La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha defendido en Bruselas que «no se produzca el fuerte recorte de fondos para la Política Agraria Común (PAC) que pretenden imponer algunos países», pues son muchos «los retos productivos y de mercado del sector agrario y necesitan una ficha financiera suficiente para atenderlos».
Así se lo ha trasladado en Bruselas al director general de Agricultura de la Comisión Europea, José Manuel Silva, al que le ha trasladado la preocupación de la Junta ante unas propuestas «tan lesivas para un sector estratégico en la economía española».
Según un comunicado del Gobierno regional, Soriano ha valorado «los avances obtenidos por Mariano Rajoy en la pasada Cumbre, en la que entró con una propuesta que amenazaba un recorte del entorno del 17 por ciento a la agricultura de Castilla-La Mancha y salió de la misma con un texto en el que la disminución prevista es mucho menor».
En todo caso, a juicio de la consejera, aunque esto es un «gran inicio», que permitirá que el punto de partida para la próxima Cumbre sea mejor, «ni el Gobierno ni la Junta bajaremos la guardia, y seguiremos peleando por mantener la actual ficha financiera -con unos ingresos de 7.000 millones de euros al año para la agricultura española- o unas cantidades lo más aproximadas posibles».
Soriano ha reconocido que «el objetivo es difícil, ante la negativa de varios países, especialmente del norte de Europa», pero ha confiado en que «la sólida alianza que tenemos en este aspecto con Italia, Francia y otros países rinda sus frutos».
Más allá del debate financiero, la titular de Agricultura del Gobierno de Castilla-La Mancha ha trasladado al director general del ramo de la Comisión Europea la postura que defiende España de cara a las negociaciones sobre la futura Política Agraria Común en el horizonte 2014-2020, en la que «por primera vez vamos con una sola voz al consensuar todas las comunidades autónomas un texto con una visión conjunta».
Dicha postura, ha proseguido Soriano, se basa en una apuesta por una PAC «flexible, que permita a los estados miembros adaptar determinadas normativas a la realidad de sus producciones, ya que el modelo mediterráneo de agricultura es diferente al de otras zonas europeas», ha detallado María Luisa Soriano.
Asimismo, se defiende un «claro apoyo al rejuvenecimiento del campo».
Para ello, España defiende destinar el 2 por 100 de las ayudas directas a la incorporación de jóvenes, al tiempo que se rechaza que el 30 por ciento de las ayudas se concedan según criterios medioambientales. «Se puede defender el medio ambiente sin perjudicar la actividad agraria, como hemos demostrado durante mucho tiempo en España», ha sostenido.
La consejera de Agricultura, que también ha mantenido un encuentro de trabajo con el responsable del sector del vino de la Comisión Europea, Jesús Zorrilla, ha señalado que «en el Ejecutivo comunitario entienden cada vez más las necesidades del campo español, y eso es en gran parte al magnífico trabajo durante el último año del ministro Miguel Arias Cañete y el resto del Gobierno español».