El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado hoy su enérgico rechazo a la violencia ejercida contra las mujeres y puesto que, según ha señalado, la violencia es algo global, ha planteado establecer unas pautas de comportamiento y hábitos no violentos en España.
El presidente regional ha lanzado esta propuesta durante la celebración del acto institucional organizado en Villacañas (Toledo) con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en el que ha recordado que Castilla-La Mancha ha sido pionera en sus leyes contra la violencia machista y, por ejemplo, reconoce que los hijos cuyas madres sean asesinadas por sus parejas sean reconocidos como huérfanos.
A su parecer, «será imposible acabar con la violencia del hombre a la mujer si no se ampara un modelo social que luche contra todo tipo de violencia» y por ello ha propuesto establecer la promoción de unas pautas de comportamiento de hábitos no violentos en España, que sirvan para, si no penalizar, al menos sí para poder persuadir a quienes difunden valores violentos, porque «es muy complicado luchar solo contra un tipo de violencia».
También ha denunciado que «hay mucha gente que al hablar hace daño» y que «no se puede decir cualquier cosa» y, en alusión a las palabras que dedicó el parlamentario de ERC Gabriel Rufián al ministro de Asuntos Exteriors, Josep Borrell, en el Congreso de los diputados, ha dicho que del mismo modo que se podría sancionar a un funcionario por ese comportamiento, «eso se tendría que trasladar a la clase política».