Los terroristas que integraban la célula de Ripoll (Girona) y que perpetraron los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) de agosto de 2017 consultaron hasta 17 veces datos de «bases militares» de Zaragoza y Barbastro (Huesca) y hasta 10 veces información sobre el Museo del Ejército, en el Alcázar de Toledo.
Según nuevos datos del sumario de los atentados del 17A, que hoy publica «El Periódico», las consultas «forman parte de las que hizo el imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty de cara a posibles objetivos para sus atentados, y que guardó en un disco duro recuperado por los Mossos d’Esquadra entre las ruinas del chalet de Alcanar», donde preparaban sus explosivos.
En el disco recuperado por la policía catalana constan «la gran cantidad de búsquedas sobre fabricación de explosivos y otros objetivos, desde el embalse de Riudecanyes hasta la Audiencia Nacional, pasando por la fiesta de La Tomatina de Bunyol (Valencia)».
También hay 52 búsquedas sobre «atracciones imprescindibles en París», lo que ha llevado a pensar a los investigadores que la célula quería atentar contra la Torre Eiffel.
Por otro lado, la parte del sumario que acaba de levantar su secreto da a conocer investigaciones y escuchas posteriores a los atentados como una conversación en la cárcel de Driss Oukabir, hermano mayor de Moussa, abatido en Cambrils, y que actualmente se encuentra en prisión provisional.
Driss le dice a su madre que llora mucho cuando está solo y que piensa en su hermano, el único que tenía y «me lo han quitado los bastardos».
Ella le contesta que los Mossos «no tenían derecho a matar a Moussa; era pequeño».
Las pesquisas policiales han investigado posibles conexiones internacionales en Francia y Bélgica.
En un mensaje de Facebook que también revela «El Periódico», Moussa Oukabir da a su hermano Driss un teléfono de un francés y le pide que contacte con él, pero no puede hacerlo porque había un número confundido.
En Bélgica se investigó a una persona que le pagó el viaje a España al imán de Ripoll Abdelbaki Es Satty, así como a una hermana de uno de los terroristas de Bruselas de marzo de 2016, que salió de Barcelona después del atropello de la Rambla.
Tras los ataques, parientes y amigos de los terroristas estaban convencidos de que los vigilaban, no sólo en España, también en Marruecos.