sábado, 23 de noviembre de 2024
en Valdepeñas (Ciudad Real) 28/11/2012junio 13th, 2017

Manuel M.S., hijo y hermano de las víctimas de la reyerta entre dos familias de etnia gitana, ha confesado que levantó a su hermano del suelo en medio de un charco de sangre tras ser apuñalado por dos de los procesados, cuando llegó el otro implicado y «le pegó dos tiros a bocajarro».

Por el doble asesinato de Sebastián M.M. y Ramón M.S. -padre e hijo- ocurrido en las cercanías de la Iglesia Evangelista de Valdepeñas el 22 de septiembre de 2010, se sienta en el banquillo José Mariano M.M., para quien el fiscal pide 40 años de cárcel y sus primos Antón F.M. y Juan A.A., por el presunto asesinato de Ramón M.S., para los que se solicita 19 años de cárcel a cada uno.


El jurado popular, que enjuicia los hechos desde el pasado lunes, ha escuchado los diferentes y contradictorios testimonios de cerca de una veintena de testigos de ambas familias que estuvieron presentes aquel día a las puertas del templo evangelista.

Manuel M.S., que acompañaba a su hermano en un vehículo que seguía al de su padre, ha confirmado la tesis de que se dirigían a comprar unas alpacas de paja y que se vieron sorprendidos por una avalancha de personas apostadas junto a la iglesia.

Tras verse obligados a bajarse de los coches, Manuel ha relatado que su hermano fue apuñalado tanto por Antón F.M. y Juan A.A., que también le asestó varios golpes con una garrota.

Una vez en el suelo y «malherido», Manuel, que por entonces era menor de edad, consiguió levantar a su hermano para ponerlo en pie y fue cuando llegó José Mariano M.M. y le «pegó dos tiros a bocajarro».

También ha dicho que él mismo fue «encañonado» aunque ha reconocido que él no consiguió ver cómo mataban a su padre y solamente oyó un disparo.

Por parte de la otra familia, ha declarado, entre otros, el abuelo de uno de los procesados, que recibió un disparo en una pierna, que a la postre le fue amputada.

Este testigo ha desmentido que arrebatara a Sebastián M.M. la escopeta, como sostiene el fiscal, y ha asegurado que en ningún momento el arma se disparó por accidente, sino que fue Ramón M.S. quien disparó.

Además, ha añadido que la reyerta entre las familias surgió por un problema de drogas de José Mariano M.M. y no por un accidente de tráfico previo.

Los tres acusados declararon en el primer día de la vista oral que actuaron en «defensa propia» y movidos por el «miedo» ante las amenazas de las víctimas, ya que tras la reyerta se dio paso a una escalada de violencia por parte de los familiares de las víctimas que acabó con la quema de coches, saqueos e incendios en los hogares del clan familiar de los tres acusados, que finalmente, tras varias semanas en busca y captura, se entregaron a la justicia.

El juicio continuará mañana, jueves, con las pruebas periciales y los informes de los forenses.

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