Fue director general de Caja Rural Castilla-La Mancha durante 17 años (se jubiló el 13 de septiembre) y alrededor de 600 empleados que han trabajado en la entidad durante diferentes épocas le prepararon un homenaje sorpresa el jueves 29 con una comida que celebraron en Toledo.
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Hablamos de Rafael Martín Molero, a quien tanto la plantilla como el Consejo Rector de la entidad agradecieron «el esfuerzo, la dedicación y el sacrificio» realizado durante todo este tiempo «para situar a la entidad a la posición de liderazgo que hoy ocupa dentro del sector cooperativo de crédito nacional».
Javier Rodríguez, jefe de Protocolo y Comunicación de Caja Rural CLM, recordó con nostalgia los primeros años de Martín Molero, con quien compartió oficina en Carmena (Toledo), para más tarde dar paso a las emotivas palabras del presidente de la entidad, Andrés Gómez Mora; el director general, Víctor Manuel Martín; y los directores territoriales en Mora y en Toledo, Santiago Méndez y Francisco Martín Gómez.
No faltaron las palabras en las que destacaron la amabilidad y humanidad del homenajeado «y su capacidad para sacar el mayor provecho de cada trabajador».
Rafael Martín Molero es natural de Los Yébenes y se incorporó a la entonces Caja Rural de Toledo en 1976 como empleado en Mora. Dos años más tarde fue nombrado director de la oficina principal de la Caja en Toledo. A partir de ahí fue secretario del director general, secretario general, jefe de Zona en Toledo, secretario de actas del Consejo Rector y responsable de la Acción Social y jefe de Seguridad.
Además, fue miembro constituyente del Consejo Nacional de Cajas Rurales de España, impulsó la creación de la Fundación Caja Rural de Toledo, hoy de Castilla-La Mancha; y promovió junto a Gómez Mora el cambio de denominación de la entidad, que hicieron regional. Hace un tiempo le fue concedida la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Blanco que otorga el Ministerio del Interior, la más alta condecoración policial que puede otorgarse a un civil.
Martín Molero se emocionó con el homanaje que le tributaron sus excompañeros.