domingo, 24 de noviembre de 2024
Entrevista Irreverente a Mario Coll, psicoanalista y autor del libro "DiccioMario" 08/12/2012junio 13th, 2017

«Yjode». No. Sí.
Hijo de… Sí. No.
¿Qué lío? ¿Por qué? Pues porque es hijo de uno de los genios del humor que ha tenido este país, José Luis Coll, pero él es él y lo reivindica. Normal, ¿no?
Por lo tanto, él es Mario Coll Rodríguez, conquense de 51 años, psicoanalista y con un libro, el «DiccioMario» recién salido del horno. Vocablos diferentes, humor…
Un tipo en todo su ser, gran aficionado, «de hecho, la adoro», a la cerveza, pero sobre todo a leer y a hablar con los amigos, «porque yo soy mucho de la amistad». Y caminar, aunque por las fotos parece que…
Ja, ja, ja… Esta vez he sido yo el que le ha sentado en el diván y le sometido a todo tipo de irreverencias. Ah, entre las aficiones también está el ajedrez, «me enseñó a jugar mi padre, cuánto recuerdo las tardes de los sábados».
Pero, sin embargo, con Tip… «Nunca tuve buena onda con él». Cuestiones puramente políticas, no se crean, no por otra cosa, que dejaremos para otra ocasión.
Porque ahora toca reírse un rato…

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Entre Coll y Coll…

Verduras.

¡Lechuga!

Verduras, verduras… Ja, ja, ja… Me lo decían mucho en el colegio.

¿Y usted qué respondía?

Pues depende de quién me lo dijera. Si me lo decía el jefe de estudios pues había que joderse un poquito, ¿no? Pero no, no… No recuerdo que se metieran mucho conmigo por el tema del apellido, pero es verdad que a veces era un poquito cansado.

De hecho, usted ha afirmado, entre comillas, que ha «matado» al padre.

Me gusta ese comentario, porque ha pasado más desapercibido. Este libro implica muchas cosas. El hijo de… ¡»Yjode»! Pero entiendo que hay que pagar ese precio, no pasa nada, también me beneficio para presentarlo. Pero el libro creo que se mantiene por sí mismo, me ha costado mucho porque el humor supone mucho trabajo. Empecé a escribirlo a raíz del nacimiento de mi hijo, en 2009.

¿Hay mucho «memorable» por la vida? Porque creo que es la palabra que más le gusta…

Memorable es un tonto digno de ser recordado y creo que estamos en manos de ellos. En parte. Ojalá todos fueran memorables, porque también hay mucho «calumnista», que no columnista, que escribe calumnias. Y desgraciadamente tenemos un «chorizonte», un horizonte plagado de chorizos. Y podríamos hacer como un dictado en el colegio, porque hay que pagar «hipotercas» y han ganado los BBVA o bancos bandidos que van a arruinarnos. Y el banco del diablo, que es el Banco Satander. Reivindico la palabra como un lugar de beligerancia y de resistencia.

¡No tendrá sus ahorros ni en el BBVA ni en el Santander!

Nooo… Yo estoy con otros que no sé si son mejores, que es el Bankia. O sea, imagínate.

¿Qué fue primero: el Mario Coll humorista o el Mario Coll psicoanalista?

Creo que son los dos al tiempo. El psicoanalista trabaja de algún modo con un método parecido al del humorista. Tiene que escuchar el equívocos, el lapsus, el quise decir una cosa pero dije esta otra, muy parecido a lo que hacen Les Luthiers.

Cospedal en su diván. ¿Qué le diría?

¿»Copedal»? Ahhh… Te había entendido Cope, la Cope… Ja, ja, ja… ¡Que viene a ser lo mismo! La escucharía. Si es el diván, el «diván el terrible», hay que escuchar. Y ahí todos somos iguales. Tumbados todos somos iguales. Y además, «jodemos» lo mismo. Ja, ja, ja…

¿Y a Page?

¡A Page igual! Todos somos iguales ante el diván. Ahora, fuera del diván, diríamos otras cosas.

¿Toledo, Cuenca o Madrid?

Pues… Las tres y por ese orden.

¡Se ha enamorado de Toledo por lo que veo!

Desde que estoy en Toledo me va bien. El amor debe ser recíproco, porque… Mi mujer está contenta, mi hijo está contento, yo lo estoy, he sacado el libro, la consulta no va mal… Decir eso ahora puede ser un poco pornográfico, pero… ¡Y no me sobra el dinero! Vivo de alquiler y nos cuesta llegar a fin de mes.

¿El mejor humorista español que usted ha conocido?

Ayer estuve con José Mota para regalarle el libro, que lo ha prologado. Reúne muchas condiciones: humorista, actor, cantante… Todo. Pero, ¿qué es un humorista, un cómico…?

Bueno, pues sinteticémoslo en quien nos hace reír.

Pues yo creo que Gila. Porque no cansaba nunca a la gente por mucho que repitiera lo mismo. Me quedaría con Gila. Y luego, aunque esté mal decirlo, con Tip y Coll, evidentemente. Pero a la par, no me ciega la pasión.

¿Está de acuerdo con la pena de muerte?

Nooo… En ningún caso.

¿Milita en algún partido político, ONG, asociación…?

Estoy afiliado a Izquierda Plural. Estuvo Llamazares en Toledo, fui a la conferencia y me afilié para arrimar el hombro. Y a Comisiones Obreras. Creo que la izquierda ha hecho algo más, aunque la cultura de ahora está en una gran crisis, pero tampoco me parece que el hecho de que haya 1.000 millones de personas muriéndose de hambre sea un gran éxito para el capitalismo, ¿no?

Sin trabajo ni prestación, ¿qué estaría dispuesto a hacer para comer?

¡Ufff…! La cosa es: ¿solo o con hijos? Porque la respuesta cambia bastante. Solo, solo, solo… Supongo que el buey solo bien se lame. Sí, haría cualquier cosa, pero habría algunas que no, evidentemente. Con hijos hasta prostituirme, lo que hiciera falta.

¿Prohibiría la prostitución?

¡Menuda preguntita! No, por la sencilla razón de que cada uno puede hacer con su cuerpo lo que quiera. Yo perseguiría la extorsión, la mafia y todo aquello que va contra la voluntad del ser humano.

¿Cuál fue su primer sueldo y en qué se lo gastó?

En Lérida cogiendo fruta y cargando luego un tráiler. Tenía 16 años. Íbamos a coger peras en verano y se las llevaban a Alemania. Fue en el verano de 1976 ó 1977. No sé si 1.000 pesetas o así. Me lo gasté luego en hachís en Lérida capital. Nos fuimos todos haciendo dedo y nos cogimos un colocón… Ja, ja, ja… Es a lo que íbamos, a gastártelo todo en hachís y ya está.

¿Qué personaje histórico le gustaría ser?

Por ejemplo, Oliver Cromwell, por eso mi hijo se llama Óliver. Por esa razón. Porque tuvo las agallas de cortarle la cabeza al rey Carlos I mucho antes que los franceses. Aunque luego se autodenominó canciller protestor, le devolvió el poder al Parlamento y fue un momento muy importante para la Democracia en Europa. Por primera vez se le corta la cabeza a un rey. Luego vendrán los franceses, pero los ingleses siempre van antes, lo hacen a su modo y…

¿Con qué duerme? Si duerme con algo, claro.

Ja, ja, ja… Con mi conciencia. Espero que tranquila. Y desnudo, en pelota picada. Siempre. ¡He pasado por el Ejército español, no me vengas con mariconadas! Tenías que dormir en pelotas porque por las mañanas tardabas menos en vestirte para formar. Ja, ja, ja… Entonces cogí la costumbre.

¿Qué libro está leyendo?

Varios. Leo siempre varios al tiempo. Estoy releyendo unos trabajos sobre la historia de Freud. Y estoy releyendo una novela de Sandor Maray, «El libro de Esther». Me encanta ese autor.

¿En qué película le hubiera gustado actuar?

Puesss… En muchas, pero yo creo que con Orson Welles.

Cuando va o ve fútbol, ¿insulta al árbitro o a los rivales?

Nunca he insultado. Jamás. No lo vivo tanto, el fútbol me gusta como una obra de arte que es. Como si es el equipo de Marcianos Unidos contra Canadienses Raros.

¿Su mayor travesura?

Ufff… Una vez fingí durante un día y medio que me había tocado la lotería. Ja, ja, ja… Claro, y se lo creyeron. Que me había tocado una barbaridad. Es un poquitín perverso, pero entra dentro de las travesuras. Claro, veías las reacciones de la gente, de los amigos…

Unos de alegría, otros menos…

Ahí has dado, ahí has dado, ahí has dado… O la alegría falsa o fingida, que se nota. O el toquecito del favorcito, lo de tapar agujeros. Me llamó gente con la que hacía mucho tiempo que no hablaba… ¡Claro, esto corre como la pólvora!

¿Qué programas del corazón ve?

Pues te voy a decir la verdad, yo creo que hay que ver siempre algún programa del corazón. Siempre, siempre. Y el que vaya de pedante y diga que no ve ninguno, pues no va a estar a la altura de lo que pasa muchas veces en el país. No sé si La Noria es un programa del corazón, me gustan los debates, es otra cosa y está bien el formato, se habla un poco de todo. Y de los programas así que no son de La 2 que no son de animalitos y de libros serios, evidentemente jamás vería «Salsa Rosa», porque destripar y sacar las vísceras de la gente no le veo yo…

Bueno, ahora es «Sálvame»…

Eso, «Sálvame», fíjate si hace tiempo que…

¿Cuál es la mayor multa que le han puesto y por qué?

No me gusta conducir. Tengo el carné y multa, multa… No he conducido tanto.

Defínase: ¿de derechas, de izquierdas o de centro?

Esa pregunta hace 20 años tenía otra contestación. Ahora habría que preguntar qué se entiende por izquierdas. Por izquierdas entiendo una sensibilidad, una forma de mirar el mundo, que tiende a apoyar la justicia social, un reparto más equitativo de la riqueza, frenar la voracidad de los mercados y que las plusvalías del capital fueran a favorecer más a lo social y no a los bolsillos de cuatro mangantes y cuatro canallas. Eso es lo que yo entiendo por izquierda. Otra cosa es que la izquierda que hay en España, hasta ahora, no haya hecho eso. Entonces yo no estoy de acuerdo con ello.

¿Cree que el tamaño importa?

Sí. Yo creo que sí… Ja, ja, ja… Así que como importa, parece ser que hasta ahora nadie me ha regañado… Ja, ja, ja…

¿El juego del parchís es cosa de hombres? Se lo digo porque generalmente se comen una y cuentan 20…

¡Yo creo que es para todo el público!

¿Se atreve a decir el lugar más raro donde ha practicado sexo?

¿Por qué no? Lo que pasa es que ya no hay sitios raros… Puede ser un sitio ya patético. Lo más raro, lo más raro… En un ascensor, en el descansillo de una casa… Por lo demás, lo mejor es estar tumbado. Ja, ja, ja… ¡Por eso soy psicoanalista! Y te voy a decir la verdad…

¡Venga, va!

Una vez, pero no se dio porque alguien apareció y… Yo tuve ganas de hacerlo hace mucho tiempo en un confesionario de una iglesia. Te hablo de hace ya muchos años, cuando uno estaba más loco y me daba mucho morbo. No se dio porque apareció por allí una señora con unas velitas… Pero iba a ocurrir. Bueno, de algún modo mentalmente ocurrió. Me hubiera encantado, una cosa de transgresión brutal… ¡Y tampoco haces daño a nadie! Lo dejas todo limpio y recogido… Yo pensaba: a horcajadas, ella encima, ahí encerraditos… Pero estamos hablando de hace muchos años. Pero no se dio… ¡Gracias a Dios!

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