Jóvenes, de edades comprendidas principalmente entre los 12 y los 17 años, participaron en la original propuesta de ocio, ofertada por el Aula Joven del Ayuntamiento miguelete, que se trasladó al Museo Etnográfico ‘Casa del Tío Félix’.
A modo de juego de rol, los chavales disfrutaron del misterio y de las sorpresas escondidas en cada uno de los rincones de esta antigua casa señorial, que había sido decorada con todo lujo de detalles para aumentar la sensación misteriosa.
Pitonisas, gatos negros, velas, gélidas habitaciones e incluso un aterrador cementerio, fueron algunos de los elementos que sirvieron para reconvertir el Museo Etnográfico en una terrorífica mansión en cuyas dependencias se escondían diferentes pistas que conducían hacia el autor de un crimen.
Convertidos en sabuesos detectives, los jóvenes se implicaron activamente en la investigación escuchando cada uno de los mensajes aportados por diferentes personajes, entre los que no faltaron la típica ama de llaves, la criada, la enfermera, la cocinera y los miembros de una familia.
La original propuesta resultó muy atractiva para los chavales. Muchos de ellos quisieron repetir la experiencia e incluso sugirieron que actividades de este tipo se lleven a cabo con más frecuencia.
En la organización de esta actividad participaron unas 14 personas, entre actores, voluntarios y guías. Todos ellos se encargaron de elaborar el vestuario, el maquillaje y la decoración, para hacer mucho más atractiva esta propuesta de ocio.