El consejero de Educación de la Junta, Marcial Marín, ha apostado por preservar los principios de unidad y apoyo social mayoritario que inspiraron la Constitución aprobada en Cádiz en 1812.
Marín ha pronunciado estas palabras durante la presentación del libro «La Constitución de 1812 y su difusión en Iberoamérica», fruto de un proyecto de investigación del Área de Derecho Constitucional de la Universidad de Castilla-La Mancha, financiado por la Consejería de Educación.
El consejero de Educación ha recalcado que la aprobación de la Constitución de 1812 fue «un ejercicio de modernidad y un salto hacia la sociedad contemporánea», pues entre otros aspectos recogía el sufragio universal masculino, el origen de la policía nacional, la separación de poderes o la inviolabilidad del domicilio.
Otros preceptos como el dar poder a los ciudadanos en defensa de la nación o la unidad de la nación han sido reivindicados por Marín, que ha lamentado que «hay sectores políticos y ámbitos territoriales que miran más por su interés, al tiempo que solicitan el amparo del Gobierno central».
La obra, en la que firma capítulos una veintena de especialistas de las universidades de Castilla-La Mancha, Cádiz y Rey Juan Carlos, así como juristas de varios países iberoamericanos, se estructura en cuatro bloques dedicados al «espíritu constituyente», el corpus jurídico, los órganos del estado y la influencia del texto constitucional en el continente americano.
En la presentación han participado la coordinadora y el codirector de la publicación, Elena Rebato y Francisco Javier Díaz Revorio, respectivamente; la vicerrectora de Docencia y Relaciones Internacionales, Fátima Guadamillas; el decano de la Facultad, Pedro Carrasco, y el catedrático de Historia del Derecho Feliciano Barrios.
Díaz Revorio ha detallado que las tres grandes líneas de este libro, publicado en la editorial «Tirant lo blanc», consisten en la presencia de diputados latinoamericanos en las Cortes constituyentes de Cádiz; cuál fue la actitud en América paralelamente a lo que ocurría en España y la influencia de la Constitución de 1812 en las posteriores cargas magnas de los países de América Latina.
De hecho, ha señalado que la Constitución argentina actual contiene algunos artículos que están basados en el texto aprobado en Cádiz hace ya dos siglos.