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lunes, 25 de noviembre de 2024
Cruz Roja ayuda a casi un millón de personas que viven en pobreza energética - 17 enero 2019 - Castilla-La Mancha
Agustín Yanel Agustín Yanel

Lo ha dicho Cruz Roja y no hay motivos para no creerlo: casi un millón de personas de las que atiende esta organización humanitaria tiene que elegir en invierno entre alimentarse correctamente cada día o encender la calefacción para calentar su casa. Si deciden no pasar frío, pasarán hambre y no podrán comprar material escolar para sus hijos, o medicinas en caso de enfermedad; si optan por cubrir esos gastos básicos de su vida diaria, pasarán frío. Esas personas, como centenares de miles más, viven como pueden gracias a la ayuda que reciben de esa y de otras organizaciones no gubernamentales.

El último boletín de vulnerabilidad elaborado por Cruz Roja refleja que el 65 por 100 de las personas a las que ha consultado para confeccionar ese informe tiene dificultades económicas para pagar los gastos de su vivienda: la hipoteca o el alquiler, el recibo de la comunidad, luz, agua, impuestos municipales…


Estudios tan solventes como el de la Fundación Foessa, impulsada por Cáritas -una organización nada sospechosa de estar controlada por los partidos que unos llaman la extrema izquierda radical comunista-, cuatro millones de personas viven en situación de exclusión social. Son un 40 por 100 más que hace una década, cuando comenzó una crisis económica mundial que en España ha hecho crecer la desigualdad entre ricos y pobres hasta niveles escandalosos.

Lo que preocupa a PP y Ciudadanos

Estos asuntos, tan importantes para miles de ciudadanos de toda España, no fueron mencionados por el nuevo presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) ni por el que será su vicepresidente, Juan Marín (Ciudadanos), en sus intervenciones en el debate de investidura celebrado el 15 y 16 de enero en el Parlamento andaluz. El primero todavía no sale de la sorpresa de ser presidente y el segundo se ocupa más en intentar desvincularse de Vox, el partido de ultraderecha que ha hecho posible desalojar al PSOE del Gobierno de Andalucía después de casi 40 años de mandato ininterrumpido.

Que no nos cuenten milongas. Por lo que se ha visto en ese debate de investidura de Moreno Bonilla, parece que, más que ese grave problema que denuncia Cruz Roja, lo que preocupa al PP y a Ciudadanos -sobre todo, a este último partido- es que no se los relacione demasiado con los ultraderechistas de Vox. Pero lo cierto es que van a gobernar en Andalucía gracias a Vox. Y se han repartido los sillones de las consejerías del Gobierno autonómico y de la Mesa del Parlamento gracias a ese partido de extrema derecha, al que algunos medios de comunicación maquillan denominándolo «la derecha populista». Que no nos cuenten milongas.

La incoherencia de decir algo y lo contrario

El objetivo de desalojar del Gobierno de Andalucía al PSOE es muy legítimo. Negociar y pactar después de las elecciones del pasado 2 de diciembre, también lo es. Lo que llama la atención, porque no es nada coherente, es que PP y Ciudadanos digan una cosa y la contraria, no sean claros, contesten con ambigüedad y frases huecas a los periodistas, se reúnan a negociar en secreto y, al final, hayan cedido en lo que fuera necesario con tal de repartirse los sillones del Gobierno andaluz. Así se han comportado desde que se conocieron los resultados de las elecciones autonómicas del pasado 2 de diciembre hasta el debate de investidura.

De vez en cuando, algún partido político presenta una propuesta para intentar mejorar la situación de quienes sufren la llamada pobreza energética. Pero esta grave situación, en la que se encuentran muchas  familias que no tiene dinero suficiente para pagar la energía que necesitan para su vida diaria, no parece preocupar mucho a los dos partidos que a partir de ahora van a gobernar en Andalucía. Aunque seguro que, si se les pregunta, dirán que sí les preocupa, anunciarán alguna medida y reivindicarán a sus respectivos partidos como los que más han hecho en España al respecto. Milongas. O cuentos chinos, según se prefiera.

El futuro del nuevo Gobierno andaluz, que todavía no ha sido nombrado ni ha tomado posesión, está aún por ver. No va a ser fácil, porque el PP necesitará los votos de Ciudadanos y de Vox para aprobar leyes, y habrá que ver qué propuestas de esa formación ultraderechista tiene que apoyar a cambio, pero todo está por ver. En cambio, el futuro de las miles de familias que sufren la pobreza energética ya está visto: tendrán que seguir viviendo de las ayudas que les prestan Cruz Roja y otras organizaciones no gubernamentales, mientras los políticos no se tomen en serio este grave problema. Porque algunos políticos sí lo tienen en cuenta y presentan propuestas, pero suelen ser los que no tienen los votos necesarios para que sus iniciativas salgan adelante. Una lástima.

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