¿Va a cruzar el Tajo? La pregunta se la han realizado a Emiliano García-Page, secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha y alcalde de Toledo, durante el «Espacio Reservado», el desayuno informativo organizado por encastillalamancha.es.
Su respuesta ha sido ésta: «Fue Bono el que puso de moda lo de cruzar el Tajo, pero en su caso no era así, porque él vivía en la carretera de Madrid. Desde luego, sólo tiene que cruzar el Tajo quien vive en los cigarrales; quien vive a esta orilla del río, como yo, no tiene que hacerlo». En clara alusión a la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, pero sin citarla.
«ES IMPORTANTE EMPEZAR A PONERNOS DE ACUERDO EN UN NUEVO MODELO DE FINANCIACIÓN AUTONÓMICA»
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha puesto de relieve los problemas de financiación de las comunidades autónomas y la necesidad de empezar a plantear un nuevo modelo y es que, según ha apuntado, la administración regional soporta gastos muy importantes –aquellos relacionados con los servicios sociales- y sus ingresos dependen en buena medida de la evolución de la situación económica.
Durante el desayuno informativo organizado por encastillalamancha.es y celebrado en el Palacio de Congresos de la capital regional, el también secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha ha defendido que, en una época en la que salen voces que cuestionan esta organización territorial, las regiones, más que romper España, «han cosido el país». «Creo que el espíritu de 1978 dejaba claro que el País Vasco o Cataluña debían tener sus singularidades, me parece razonable, pero esto ha funcionado bien como para ahora ponerlo patas arriba».
Sostiene, en este sentido, que puede plantearse una tendencia hacia un modelo federal, que cabe un modelo de funcionamiento de corte federal porque «en realidad es básicamente lo que tenemos». No caben, eso sí, «categorías de primera o de segunda» y ni que España pase de ser un país muy descentralizado a un país «tremendamente centralizado porque la democracia en España se ha consolidado por la cercanía con los ciudadanos».
En relación a la crisis, Page ha hecho referencia al descrédito que la ciudadanía tiene hacia la representación política, empresarial y sindical, hacia «instituciones que vertebran la democracia», «también en ocasiones hacia nuestra organización territorial». Por eso abogaba por tener un «punto de serenidad». De hecho, estima que, «a pesar del dramatismo social que transmiten determinadas personas, España es un país mucho más sensato de lo que la gente cree».
Afirma que la Constitución no es intocable. «Hay mucho miedo a cómo abordar un cambio y sin embargo los cambios son necesarios, hay que actualizar las cosas». Sin perder de vista que no hay una Constitución alternativa a la que tenemos y que «lo que tenemos esencialmente va muy bien», Page sostiene que no hay posibilidad de una revisión global pero sí de una actualización o cambio, siempre poniendo por delante el diálogo.
El secretario de los socialistas castellanomanchegos ha reclamado al Gobierno central del PP que no incumpla una de las promesas «que más me gustó de Rajoy«: que no habría reforma educativa si no había pacto. Sobre esto, ha criticado que «no ha habido ni intento de pacto». Opina además que no hay que utilizar la cultura como arma arrojadiza y que los primeros que lo han hecho han sido los nacionalistas.