Mar G. Illán
«Vivir la vida con los ojos de la inteligencia y el corazón…». La frase de Jesús Vidal, el actor revelación que se ha llevado el Goya por su interpretación en «Campeones», resume a la perfección lo que debería saber el ser humano del siglo XXI para afrontar su existencia.
Brillantes autores han necesitado cientos de páginas, publicadas tras años de investigaciones, para poder demostrarnos conclusiones similares. Pero han bastado unos minutos de alguien que lo aprendió en casa y lo ha practicado sorteando las dificultades de la vida para impregnarlos en los corazones y cerebros de millones de personas.
Compartido hasta el infinito
Pocos quedarán en España que no hayan visto y compartido las palabras de Jesús Vidal. Tanto para los que siguieran la gala en directo como para los que hayan conocido el discurso de agradecimiento del actor y periodista por las noticias de los medios de comunicación lo han compartido hasta el infinito.
Cabe la esperanza en un mundo mejor si un puñado de palabras dichas desde la inteligencia y el corazón nos conmueven de tal manera. Nadie duda de que son merecidos su premio y el de la película en la que actúa, «Campeones», la mejor del último año y dueña del Goya más importante de la noche.
El éxito en la taquilla, en las críticas, en la gente y en los Goya de «Campeones» demuestra que la discapacidad se ha abierto un sitio irrenunciable e irremplazable en la sociedad contemporánea.
Miles de «campeones» trabajan sin descanso cada día por la inclusión
Más vale tarde. No tiene remedio el daño causado a tantas personas que eran calificados de subnormales, tullidos, disminuidos y una infinita lista de adjetivos, palabras con las que más que describir una movilidad reducida, una funcionalidad distinta o capacidades diferentes eran un dedo acusador que apuntaba hacia un descenso a los infiernos.
El triunfo de una película como «Campeones», en mi opinión, es también el reflejo de una sociedad que ha madurado y mejorado mucho con respecto a la inclusión de la discapacidad.
Soy muy consciente de lo que queda por hacer, pero hoy quiero pararme a disfrutar del éxito. Y creo que este triunfo ha sido posible porque miles de personas en miles de colectivos trabajan cada día como auténticos campeones luchando desde sus lugares por la inclusión, la visbilización y por una vida mejor.
El destino baraja las cartas, nosotros jugamos la partida
Aquello de que el destino baraja las cartas, pero somos nosotros los que jugamos la partida más allá de lo que nos da la baraja, puede acabar siendo cierto gracias a quienes llevan años luchando por una sociedad más justa y más inclusiva. Hay miles de asociaciones, fundaciones y colectivos de diversa índole, cuyos integrantes son campeones cada día en sacrificio personal y entrega al bien común, sin remuneración y sin descanso.
Con gente anónima, pero no corriente, porque son los campeones del día a día. Campeones cada día, sin descanso. Compiten con la meta de lograr una sociedad mejor, más igualitaria e inclusiva.
Este periódico defiende la función social de los medios de comunicación y prestamos voz y contenidos a personas, colectivos, proyectos o situaciones que tienen que ver con la discapacidad. Sabemos que nunca es suficiente, pero mantenemos el empeño. Por ello, en la primera edición de los premios «Excelentes», el galardón «Sonrisas» fue concedido a Down Castilla-La Mancha, en reconocimiento a todas las organizaciones que trabajan con las personas con síndrome de Down, en particular, y la discapacidad, en general.