«De las crisis educativas, si no se coge el camino correcto no se sale». Lo ha dicho el ministro de Educación, José Ignacio Wert, durante la reunión de la Interparlamentaria Popular en Toledo. Y ha defendido que el proyecto que va a revolucionar la materia debe contar con el consenso de todos, «nuestra voluntad es que esta reforma tenga todo el consenso político y social posible, especialmente con la comunidad educativa. A eso le vamos a dedicar todos los esfuerzos que hagan falta».
Wert ha reconocido que una de las críticas que le resultan más desconcertante de esta reforma, cuyos puntos básicos comenzarán a aplicarse el próximo curso, «es que la acusen de mercantilista, dicen que no hace otra cosa más que pensar en generar mano de obra. Y lo dicen como un elemento de descalificación, cuando el 52 por 100 de los jóvenes están en paro».
Ha insistido en que el objetivo «es corregir el rumbo de un sistema educativo donde se han hecho cosas importantes en términos cuantitativos, pero en el que se desatendieron aspectos tan fundamentales como son los resultados». O, lo que es lo mismo, «la autocomplacencia acabó degenerando en lo que tenemo».
«LA TASA DE DESEMPLEO JUVENIL ES CONSECUENCIA DE LAS DEFICIENCIAS ESCALONADAS EN EL SISTEMA»
El ministro de Educación ha insistido en su idea prioritaria, el abandono escolar, «porque la tasa de desempleo juvenil es la consecuencia de una serie de deficiencias que se produjeron de forma escalonada en sl sistema».
De ahí que recalcara una y otra vez que lo primero que hay que corregir es la alta tasa de abandono educativo temprano, «porque la mayor falta de funcionamiento de la educación es justamente un sistema que deja en la cuneta a la cuarta parte de los que entran en ella».
Y habló de lo que denominó la «malformación de la pirámide educativa, conseguimos una tasas de entrada en la educación superior a la altura del objtivo de la UE, pero tenemos un agujero inmenso en la Formación Profesional de grado medio y superior. Eso hace que el abandono escolar sea tan tempran».
En este caso se refirió a la «anticipación de los itinerarios formativos, porque mantener uno único hasta los 16 años, sean cuales sean las condiciones del alumno, da lugar a una tasa de abandono escolar como la que tenemos. Pues habrá que canalizarlos un año antes hacia la FP, para encauzar a esos alumnos que de lo contrario acabarían en el abandono si seguimos como en el modelo actual».
«El sistema -ha insistido- debe tener mecanismos educativos que no conduzcan a calles sin salida y que permitan la vuelta atrás. Lo que garantiza que el alumno que tenga un tropiezo a los 16 años encuentre un camino de vuelta».
«LA AUTONOMÍA DE LOS CENTROS ES IMPRESCINDIBLES PARA SU MEJORA»
Wert entiende que la autonomía de los centros «es imprescindible para su mejora. Hemos tenido un sistema muy poco transparente, con poca información de los padres sobre el funcionamiento de los centros. Lo que nos lleva a pensar en que hay que realizar una evaluación del Estado por parte de los centros. Debe haber una cultura de la evaluación nacional».
E inmediatamente ha pedido que su nuevo proyecto educativo cuente con un gran pacto, «porque todo ello configura un anteproyecto de ley muy susceptible de concitar un gran acuerdo. Al menos nosotros no vamos a intentar».