La sección primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real juzgará con jurado popular a partir del lunes 11 de marzo a M.J.Y.M, acusado de asesinar a su esposa y a su hijastra en febrero de 2017 y para el que la Fiscalía pide 48 años y medio por dos delitos de asesinato con los agravantes de alevosía y ensañamiento, al que se une el de parentesco en el caso de la esposa.
El escrito de acusación recoge cómo el acusado contrajo matrimonio con A.B.L.S en 2014 y vivían en Daimiel junto a la hija de esta, A.M.P.L.
[ze_summary text=»Una relación matrimonial que se fue deteriorando fundamentalmente por motivos de naturaleza económica»]Una relación matrimonial que se fue deteriorando fundamentalmente por motivos de naturaleza económica[/ze_summary]
Una relación matrimonial que se fue deteriorando «fundamentalmente por motivos de naturaleza económica», según el escrito, hasta que a principios de 2017 «tan pronto tuvo conocimiento de su grave situación financiera, sin dinero en el banco y con deudas pendientes, comenzó a idear la forma de poner fin a la vida de su mujer e hija».
Así, afirma que sobre las 9 horas del 13 de febrero de 2017, el acusado se dirigió a la cocina cogiendo un cuchillo de grandes dimensiones, 34 centímetros de longitud y 20 centímetros de hoja. Acto seguido y aprovechando que su hijastra se encontraba en el baño principal de la vivienda, aseándose y sin salida alguna, el acusado, «de manera súbita y repentina, se abalanzó sobre la misma y con ánimo de acabar con su vida, comenzó a asestarle puñaladas en cabeza, tórax y tronco superior«.
[ze_summary text=»El acusado, según el escrito de acusación, asestó 15 puñaladas a la hijastra»]El acusado, según el escrito de acusación, asestó 15 puñaladas a la hijastra[/ze_summary]El escrito de acusación precisa que fueron 15 puñaladas ocasionadas por la referida arma blanca que afectaron a todas las regiones anatómicas -con excepción de los miembros inferiores- que produjeron en la víctima un shock hipovolémico y hemorrágico severo.
Concretamente fueron seis puñaladas en los miembros superiores, brazos y antebrazos, dos puñaladas en región cráneo-facial, tres más en región torácica anterior, y finalmente, una más en región abdominal, todas ellas mortales dirigidas a órganos vitales.
A estas se añadieron otras cuatro asestadas por la espalda cuando ya se disponía a salir por la puerta del baño «que incrementaron el sufrimiento de la víctima cayendo fulminada al suelo produciendo de inmediato su muerte».
Este episodio continuó, según el escrito, con la llegada de la esposa del acusado, «quien se dirigió de inmediato al lugar donde se encontraba su marido apuñalando a su hija».
Tragedia en Daimiel, en 2017
El acusado, explica, «con idéntico ánimo homicida, y una vez hubo terminado con la vida de A.M.P.L. se dirigió cuchillo en mano contra su esposa comenzando asestarle violentamente puñaladas en el tronco superior«, en concreto fueron cinco, que la víctima «trataba de repeler como podía» produciéndose en ese instante la sección completa de los tendones flexores de los dedos de su mano izquierda.
La víctima salió de inmediato al rellano de su escalera de la primera planta optando por acudir a llamar a alguna vecina colindante en vez de huir escaleras abajo. El acusado salió tras ella y cuando la tuvo acorralada entre las puertas E y D de esa primera planta, «sin posibilidad de defensa alguna y arrinconada contra la pared», le asestó tres nuevas puñaladas en región facial y cervical de tal intensidad que ocasionaron de inmediato la muerte «a consecuencia de un fuerte shock hemorrágico».
La Fiscalía sostiene en su escrito que en total fueron nueve puñaladas dirigidas a zonas vitales.
Finalmente, el acusado fue detenido inmediatamente por agentes de la Guardia Civil en el lugar de los hechos y, además de la pena de prisión, la Fiscalía pide para él indemnizaciones económicas para las otras dos hijas de su esposa, los hermanos y la madre. En el caso de la hijastra también para el padre biológico.