El cambio climático está haciendo que muchos miren con lupa las estadísticas del incremento de temperaturas. El aumento de los termómetros es un hecho irrefutable aún sin estudiar estos datos, solo hace falta mirar un calendario para darse cuenta de que en muchas ocasiones los grados no se corresponden con la estación en la que nos encontramos.
Un reportaje publicado por El País pone de manifiesto que Ciudad Real es el municipio español en el que más ha subido la temperatura, en concreto 3,6 grados, desde que comenzaron sus registros en el año 1971, llegando a considerar que el suyo es un caso «anómalo».
Si bien cada ciudad comenzó a tener registros en años diferentes, esta misma información también pone el acento en la situación de Cuenca, con el segundo mayor incremento de temperatura, 2,9 grados, desde 1956. Después de ciudades como Madrid, Castellón, Granada o Zaragoza, en el décimo puesto está Albacete, con una subida de 2,1 grados desde 1940.
Todos estas cifras han sido extraídas del Observatorio de Sostenibilidad donde -según publica el diario- un análisis de los datos muestra un aumento medio de la temperatura urbana de casi un grado, desde los de 15,10 grados del lustro 1988-1992 a los 16,06 grados del periodo 2014-2018.
Añade que si se observa el mapa de España se puede ver que el calentamiento urbano es mayor en la porción mediterránea del país. «Dejando a un lado Ourense, con su particular topografía, en el fondo de la depresión del río Miño, la decena de ciudades donde más ha subido la temperatura está en la parte este y sur del país».
Comparado con lo que ocurre en el resto del mundo, la información señala que lo ocurrido en las ciudades españolas en los últimos 60 años casi dobla lo experimentado en el planeta.