Un millar de personas se han concentrado este domingo en Toledo para exigir una planificación estratégica del sector de ganadería intensiva. Convocada por la Plataforma «CLM Stop Macrogranjas», que aglutina a unas 35 plataformas de toda la región, sobre todo vecinales, los manifestantes se han pronunciado en contra de estas explotaciones con cánticos, como «Que no, que no, a las macrogranjas», o numerosos carteles en contra de la ubicación en sus respectivas localidades.
Así, se han dado cita manifestantes, entre otros pueblos, de Lucillos, Zarzuela, Cardenete, Priego, Mota del Cuervo, Villalba de la Sierra, Villamalea, Alcázar de San Juan o Talavera, que han portado pancartas como «Macrogranjas=contaminación», «Por un futuro rural vivo», «Por un aire libre», «No es desarrollo, es una mierda», «Cerdos y contaminación, mala combinación» o «La Manchuela no es tú estercolero, Page».
El portavoz de la plataforma regional, Daniel González, ha dejado clara la principal reivindicación en declaraciones a los periodistas: «Exigimos una moratoria a las licencias de explotación de ganadería intensiva», que competen a la Junta Autonómica, «hasta que no haya un ordenamiento del sector», ha reclamado.
De hecho, ha aludido a la «invasión de estas explotaciones» desde el 2016, hasta detallar que se habrán instalado en la región cerca de medio millar y que «ahora están en tramitación entre 70 y 80».
González ha responsabilizado a la Junta, y en concreto a la Viceconsejería de Medio Ambiente, competente en la defensa del agua, aire, gases de efecto invernadero, amoniaco o protección de los acuíferos, que se ven afectadas por los explotaciones ganaderas.
Ha ampliado, al respecto, que no ha parado de conceder licencias cuando, incluso, la Unión Europea (UE) «nos ha dado un toque porque el Gobierno central está incumpliendo compromisos que, incluso, han supuesto sanciones» por la «legislación flexible» en nuestro país.
«La Junta está favoreciendo esta expansión a partir del 2016, que lo consideró un sector estratégico y, por tanto, subvencionable», ha apuntado González, lo que ha derivado en que «lleguen de otras regiones, sobre todo de Cataluña, Aragón y Valencia, porque encuentran más facilidades que en sus comunidades».
A su juicio, es obvio que «a nivel estatal y regional no se están tomando las medidas oportunas para controlar la contaminación ambiental en el aire, el agua y en la tierra».
Además, ha culpado en segundo lugar a los propios ayuntamientos como responsables de la concesión de licencias, incluso con cambios en los planes urbanísticos.
El portavoz de la plataforma ha confirmado que Podemos va a pedir la moratoria en un escrito en el Parlamento regional, pero ha dudado del apoyo del Grupo Socialista y, por ello, «dependerá de la posición que adopte el PP para apoyar o no la iniciativa».
«Hay momentos en que los olores no se pueden resistir»
Por su parte, Mila Herreros, portavoz de «Salvemos la Serranía de Cardenete y comarca», ha asegurado a los periodistas que «hemos venido para luchar por nuestros pueblos» porque «esta ganadería industrial tiene muy poco de compatible con la vida en ellos».
Ha explicado que en Cardenete, donde funciona desde 2017 uan granja con 6.400 cerdos, a apenas un kilómetro del pueblo, «hay momentos en que los olores no se pueden resistir» lo que afecta a la vida diaria, como al propio medio rural que, a medio plazo, puede ser aún más grave para los acuíferos y la riqueza rural.
Herreros, además, ha asegurado que «está limitando la convivencia vecinal, se ha visto dividida» y, ha abundado, «hay un problema de relaciones sociales, incluso no nos miramos en ocasiones para no ofendernos y a veces hay rencillas».
«Es imposible tener una economía sostenible en una provincia con unos 200.000 habitantes que gestionen más de un millón de cerdos», ha aseverado Herreros, quien ha culpado a «la dejadez de políticos el que nos estén metiendo de manera forzosa un estilo de negocio que para nada se corresponde con el medio rural», ha zanjado.