Una treintena de personas se han encerrado hoy en el Ayuntamiento de El Real de San Vicente (Toledo), en protesta por el fin del servicio de ayuda a domicilio, que dejará de prestarse este mes por la deuda de la Junta de Comunidades.
La concejala de Asuntos Sociales de El Real, Susana Plasencia, ha explicado a Efe que el Ayuntamiento lleva dos años ya sin recibir la aportación de la Junta para la prestación del servicio y que el consistorio ha asumido durante este tiempo el cien por cien de los gastos, que suponen unos 7.000 euros mensuales para pagar las nóminas de las nueve trabajadoras.
Plasencia ha indicado que «ya no quedan fondos para mantener a esas trabajadoras», que atienden a 45 usuarios, porque hasta ahora han estado sosteniéndolo «con gran esfuerzo y a costa de no pagar facturas a proveedores o no reparar averías que surgen».
La concejala ha cifrado en 190.000 euros la deuda que la Junta tiene con el municipio por el servicio de ayuda a domicilio, que, según el convenio, debe sufragar en un 75 por ciento, mientras que el ayuntamiento debería aportar el 25 por ciento restante.
Según la representante municipal, tanto el alcalde como todo el equipo de Gobierno apoyan totalmente a las trabajadoras que han decidido encerrarse en la casa consistorial, porque «son nueve personas que van a perder su empleo y nueve familias que se van a quedar sin ingresos, y 45 ancianos que no contarán con ayuda para sus necesidades básicas a partir del 1 de enero», ha dicho.
Y ha recalcado que, en la mayoría de los hogares de las trabajadoras, sus sueldos, que rondan los 600 euros, eran los únicos ingresos del núcleo familiar.
Según Plasencia, esto tendrá graves consecuencias en un municipio de 1.100 habitantes, y ha lamentado que durante todo el año han recibido palabras desde la Consejería de Asuntos Sociales asegurando que el pago iba a ser inminente, sin que se haya producido hasta la fecha ningún ingreso.
«Nos dijeron que para julio como muy tarde, después que en septiembre sin falta recibiríamos dinero, pero nada», ha aseverado Plasencia, que ha lamentado que hay otros muchos pueblos en situaciones similares a la que atraviesa El Real de San Vicente, donde la ayuda a domicilio se lleva prestando 16 años.
Por último, la concejal ha pedido a la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, que «tome nota y que sea sensible con la situación de todo un pueblo, especialmente de 45 usuarios y nueve trabajadoras».
Las trabajadoras han leído esta mañana un manifiesto en el que se han hecho eco de su situación, junto a una pancarta en la que se podía leer «Cospedal paga ya, con los dependientes queremos trabajar».