La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha asegurado hoy que está «muy contenta» de presidir la comunidad autónoma y ha lanzado un mensaje claro al PSOE: «Yo no me voy a ir de Castilla-La Mancha».
Cospedal se ha pronunciado así en el pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha durante el debate de los presupuestos de la comunidad para 2013 después de que el diputado socialista Modesto Belinchón haya dicho que la presidenta regional «ni quiere ni le gusta estar aquí».
«Que Cospedal no marque los designios de esta tierra en la que no va a estar, porque ni quiere ni le gusta estar aquí y eso lo ha demostrado», ha afirmado Belinchón.
La presidenta autonómica ha tomado la palabra por alusiones, según establece el artículo 93 del Reglamento de la Cámara, y ha respondido al diputado socialista que él «no es quién» para decir si ella quiere o no a su tierra.
«HAY MUCHOS QUE QUEREMOS A NUESTRA TIERRA AUNQUE NO TENGAMOS EL CARNÉ DEL PSOE»
«Hay muchos que queremos a nuestra tierra, aunque no tengamos el carné del PSOE», ha subrayado Cospedal, y ha añadido: «yo no me voy a ir».
La presidenta autonómica ha dicho que entiende que el PSOE castellanomanchego tiene «un problema con su jefe de filas», Emiliano García-Page, porque, según ha dicho, está «como loco» por tener un cargo nacional y no quiere presentarse una vez más como alcalde de Toledo.
«Nosotros no tenemos ese problema, aunque ustedes sí lo tengan», ha insistido y ha vuelto a subrayar que Castilla-La Mancha también es su tierra y, por lo tanto, no puede dejar que nadie opine sobre sus querencias a Castilla-La Mancha.
La intervención de la presidenta autonómica ha motivado el revuelo de los diputados socialistas, que han protestado por el hecho de que Cospedal haya tomado la palabra, lo que ha motivado varias llamadas al orden por parte del presidente del Parlamento autonómico, Vicente Tirado.
Tirado ha recordado a los parlamentarios socialistas que cualquier miembro del Consejo de Gobierno puede pedir la palabra en cualquier momento, además, les ha apuntado que él es el que tiene la competencia para decidir si alguien puede intervenir por alusiones.
Sin embargo, los diputados socialista han continuado protestando e interrumpiendo a la diputada del PP, Cesárea Arnedo, que en ese momento se encontraba en la tribuna para defender el dictamen de los presupuestos.
Tirado ha llamado en dos ocasiones al orden al vicepresidente segundo de las Cortes, Jesús Fernández Vaquero, y en otras dos ocasiones al propio Modesto Belinchón, quien pedía la palabra, también por alusiones, algo a lo que no ha accedido Tirado.
Arnedo ha dicho que entiende el «enfado» del PSOE, pero ha asegurado que «nadie es mejor que nadie, ni la dignidad es propiedad del PSOE», por lo que ha considerado que la actitud socialista era una «muestra de soberbia».
Tras la intervención de la diputada del PP, ha sido el turno de la diputada socialista Mercedes Giner, quien, en medio del rifirrafe, ha acusado a Cospedal de haber «llegado tarde» al pleno y aún así haber «montado una revolución».
«Vamos a poner un poco de orden», ha pedido la diputada socialista, que ha puesto de esta manera fin a la escena.