El juicio que se ha celebrado este miércoles en la Audiencia Provincial de Toledo, para un transeúnte sin hogar por acuchillar a otro indigente en un albergue de Quintanar de la Orden, ha quedado aplazado hasta que se encuentre a la víctima, que no ha comparecido como testigo.
La vista ha quedado suspendida a petición del fiscal y de la defensa del procesado Antonio T.G. y se ha aplazado hasta que sea localizado el transeúnte que fue agredido José M.G., que no ha comparecido como testigo porque no ha sido posible localizarlo.
Piden a la Guardia Civil que intente localizar a la víctima de Quintanar
Ante esta circunstancia, se va a pedir a la Guardia Civil que intente localizar al testigo y, en caso de que no pueda ser localizado y citado, se procederá a la lectura de la declaración que hizo ante el juzgado de Instrucción de Quintanar de la Orden y a finalizar la vista que hoy ha quedado suspendida, según establece el artículo 730 del Código Penal.
Este artículo determina que pueden leerse o reproducirse, a instancia de cualquiera de las partes, las diligencias practicadas en el sumario, que, por causas independientes de la voluntad de aquéllas, no puedan ser reproducidas en el juicio oral.
El fiscal y la defensa han pedido la suspensión desde su inicio de la vista oral, en la que se juzga a Antonio T.G. como presuntos autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, pero los tres magistrados que conforman el tribunal han acordado que la vista se desarrollara con arreglo a lo previsto, por lo que han declarado el propio procesado, el resto de testigos y los forenses que habían sido citados.
Los hechos que se juzgan ocurrieron el 10 de junio de 2017, cuando el procesado supuestamente agredió a José M.G. con una navaja, cuando éste se encontraba en el albergue de transeúntes ‘Casa Belén’ de Quintanar de la Orden.
En su declaración, el procesado ha negado los hechos y ha relatado que no conocía al agredido, que no había estado con él ese día, y que lo que ocurrió es que hubo una pelea a las puertas del albergue entre dos personas y que José M.G. resultó herido en el tumulto que se formó cuando salieron los siete u ocho transeúntes que se encontraban dentro a consecuencia de la reyerta, pero que en ningún caso fue él.
«Uno de ellos empezó a decir: me han pinchado», ha aseverado el acusado, que ha relatado que llegó a Quintanar de la Orden ese día desde La Puebla de Almoradiel y que su intención era irse a Villanueva de Alcardete, pero que como era sábado y no había autobús decidió quedarse hasta el lunes en albergue.
A preguntas del fiscal, no ha reconocido la declaración que hizo en el jugado de Quintanar de la Orden el 12 de junio de 2017, en la que contó que había estado todo ese día con el agredido bebiendo, y que éste al llegar al albergue le preguntó cómo había encontrado el establecimiento, por lo que entendió que se estaba riendo de él «le entró un pronto» y lo acuchilló.
Sin embargo, otro transeúnte que estaba ese día en al albergue, Manuel M.R., ha declarado a través de videoconferencia que conocía a los dos implicados en el suceso de otros albergues, y que cuando llegó el procesado al local, él y la víctima estaban viendo la televisión cada uno en un sofá.
Como conocía a ambos, no le extrañó que el acusado se dirigiera al sofá en el que estaba su compañero, pero pensó que era para «abrazarlo», hasta que se dio cuenta de que «estaba chorreando sangre».
El testigo ha precisado que «todo fue muy rápido», de forma que el agredido no pudo reaccionar, así como que solo oyó decir al agresor que el otro «lo había dejado abandonado» y que «se largó» tras la agresión.
Este extremo ha sido corroborado por dos agentes de la Policía Local de Quintanar de la Orden, que han señalado que encontraron a las afueras del municipio al procesado, a pesar de que éste ha mantenido en el juicio que no se movió del albergue, así como que Antonio T.G. confesó los hechos y les dijo que atacó al agredido porque éste «se la había jugado».