El ímpetu y la intensidad premió al Liberbank Cuenca, que salió con un empate del Palacio de los Deportes de La Rioja (30-30) y provocó que el Logroño La Rioja perdiera el segundo puesto de la Liga Asobal en favor del Bidasoa Irún, que ganó a domicilio al Teucro.

El cuadro logroñés no pudo desnivelar el marcador y hacerse con el triunfo ante un rival que fue más estable durante todo el encuentro y que sacó fruto de su lucha en un duelo cuestionado por la actuación arbitral, especialmente en las últimas jugadas.

Le faltó continuidad al Logroño La Rioja que cuando pudo mostrar su potencial dominó el partido y afrontó con ventaja un final apretado marcado por una decisión de los colegiados muy protestada por el conjunto local por dar validez a un gol que pudo no subir al marcador porque su lanzador, Oscar Río, paró el balón con el pie y luego, incluso, pudo cometer pasos.

Ese fue el desenlace de un choque que se jugó, principalmente, como quiso el equipo de Liberbank Cuenca, casi siempre de forma alocada y sin que ninguno de los dos equipos se parase a pensar qué quería hacer.

Y eso perjudicó más a los locales, que desde el inicio no supieron contrarrestar bien la «anarquía» en el juego visitante y fueron incapaces de ajustar su defensa a lo que demandaba el choque.

Eso unido a que Sergey Hernández no tuvo su mejor día (5 paradas de 22 en el primer tiempo) permitió al Liberbank estar cómodo muchos minutos y encarar la recta final del primer tiempo con ventaja, liderado por Leonardo Dutra y Ángel Montoro (con 9 goles entre los dos).

Pero el Logroño no estaba dispuesto a que todo siguiera así y saltó al campo con una mentalidad diferente, más centrado en defender y en correr al contragolpe, algo que le sirvió para empatar a 17 en apenas dos minutos.

El Liberbank Cuenca subió entonces la intensidad de su defensa, con cierta dureza en varias ocasiones. El Logroño cayó en la desesperación al ver que su intento por hacer un juego más dinámico era contrarrestado con continuas faltas que apenas repercutían en su rival.

Con todo, el equipo riojano logró centrarse y encaró los últimos diez minutos con tres goles de ventaja (26-23) y la sensación de que si le dejaban hacer su juego, era superior.

Pero el Liberbank Cuenca no quería que eso pasara, siguió con la misma actitud intensa en defensa y en ataque dio toda la responsabilidad a Alves Ponciano y a Leonardo Dutra, éste último visiblemente lesionado.

Los brasileños jugaron bien sus lanzamientos y lograron empatar el partido (28-28) a dos minutos del final.

Javier Muñoz se jugó el siguiente lanzamiento y acertó (29-28) a un minuto y medio; poco después Ángel Montoro volvió a empatar cuando empezaba el último minuto.

La tensión, y la zozobra planeaba en el ambiente, y fue Erik Balenciaga el que se jugó el último lanzamiento riojano (30-29) a 14 segundos del final.

El equipo riojano logró defender el ataque del Liberbank, que dispuso de su último balón con cinco segundos por delante.

Thiago Alves Ponciano disparó y el balón salió rebotado de la defensa hasta el pie de Oscar Río, que se sorprendió de que la acción pasara desapercibida para los árbitros.

Pudo cometer también pasos antes de tirar, sobre la bocina, para lograr el empate final que su equipo celebró como un triunfo entre las protestas de los jugadores y técnicos locales y una sonora pitada del público.

Ficha técnica

30.- Logroño La Rioja (15+15): Sergey Hernández (p), Sánchez Migallón, Kusan, Javier Muñoz (10,2p), Fekete, Kukic (2), Del Arco (3), Balenciaga (3), Ilic (6), Moreira (1), Garciandia (3) y Scott (2).

30.- Liberbank Cuenca (17+13): Leonel Maciel (p), Dutra Ferreira (8), Antonio Suárez (3), Banoretto (3), Lucas Moscariello, Sergio López, Ángel Montoro (5), Ariel Doldan (3), David Mendoza, Alves Ponciano (5), Oscar Río (2), Eskericic y Adrián Nolasco (1),

Parciales: 4-4, 7-8, 11-10, 12-12, 13-13, 15-17 (descanso), 16-18, 18-18, 23-21, 26-23, 27-26 y 30-30 (final).

Árbitros: Yon Bustamante y Javier Álvarez. Excluyeron por dos minutos a los locales Kukic y Garciandia (2 veces); y a los visitantes Dutra Ferreira y Moscariello.

Incidencias: Alrededor de 2.000 espectadores en el Palacio de los Deportes de La Rioja.