El Pleno de la Diputación de Toledo aprobó el Presupuesto de 2012 con la oposición del Grupo Socialista, que no obstante se abstuvo en la aprobación de los Planes Provinciales por no estar conformes con la relación de la plantilla y los puestos de trabajo para el próximo ejercicio. Estos fueron los puntos más importantes de un Pleno Ordinario en el que, como ocurre todos los años, el debate sobre el Presupuesto fue agrio por boca de los dos portavoces, Jaime Ramos por el Grupo Popular y Álvaro Gutiérrez por el Grupo Socialista.
Antes del debate del Presupuesto, el «estrella» de la jornada matutina, el delegado de Cooperación Francisco Fernández explicó los Planes Provinciales, en los que lo principal es un buen dato para los municipios: que su aportación se reduce al mínimo marcado por la ley, el 5 por 100, frente al 20, 33 o 50 por 100 de anteriores ejercicios, teniendo en cuenta la asfixia de los pueblos (tres de ellos renunciaron a los Planes porque no podían llegar a la aportación que les correspondía). El importe de los Planes llega a los 8.727.964 euros.
Por su parte, el delegado de Economía y Haciencia, Juan José Gómez-Hidalgo, fue muy critico con anteriores gestiones socialistas al explicar el actual Presupuesto. Así, dijo que «se gastaba de forma desmedida sin guardar en la hucha». Gómez-Hidalgo cree que esta política presupuestaria llevó a la Diputación «a quedarse sin recursos». Agregó que se paliaba el agujero «con el endeudamiento excesivo». Además, el delegado económico del PP se refirió a la deuda de 40,5 millones contraída por la Diputación a raíz del cálculo erróneo del Estado sobre los tributos al mismo, que se debe pagar en cinco años, circunstancia que, a su juicio «lastra el Presupuesto» y lleva a la institución a «adoptar decisiones de economía de guerra».
El también alcalde de Torrijos aseguró por otro lado que con estas cuentas la partida en ayudas a los pueblos para que lo destinen a gastos corrientes subirá en un 635 por 100. En cuanto a las enmiendas socialistas, todas rechazadas por el PP, las tachó de «políticas e injustas». Dijo que ayudar especialmente a las comarcas deprimidas de Talavera «significaría ahora una discriminación» y que hacer otro tanto con municipios de menos de 500 habitantes fue rechazado «porque esos pueblos no son los más necesitados ahora, es una cuestión aritmética», aseguró.
Por último, sobre el rechazo a unas partidas para cultura y patrimonio, el diputado «popular» afirmó que eran «un guiño al jefe» (refiriéndose a García-Page) y acerca del fin provisional del proyecto de San Juan de Dios, argumentó que «hay otras 12 en Castilla-La Mancha terminadas y cuya activación no se puede producir por carecer de partidas presupuestarias».
ÁLVARO GUTIÉRREZ
Por su parte, el portavoz socialista Álvaro Gutiérrez aseguró lo ya dichas en una ocasión anterior, que el Presupuesto es «muy malo porque no ayuda a los pueblos, es insolidario, antisocial y rompe el equilibrio territorial». Además, calificó las decisiones presupuestarias del PP en torno a Toledo y Talavera de «puñaladas traperas», y por todo ello al PSOE le resultó «imposible» apoyar las nuevas cuentas.
JAIME RAMOS
Fue Jaime Ramos el que contestó a Gutiérrez. Para él, el PSOE tendría que haber apoyado el Presupuesto «por coherencia política». Basó su intervención en recordar la deuda actual de la institución por el error de cálculo estatal sobre los impuestos y en el «prestamazo» de 23 millones que el anterior equipo de gobierno socialista pidió «que afecta a muchas partidas» (y pasó a enumerar varias), lo que, a su juicio, condiciona en gran medida el actual Presupuesto. Por último, aseguró que el Plan 500 «ya está cubierto por lo que han recibido ya estos pueblos» y concluyó que los pueblos de la zona desfavorecida de Talavera «están recibiendo dinero, como todos, con lo que criticar esto no tiene sentido».