Casi todos los balances de 2012 coincidirán en que ha sido el peor año conocido. No somos una excepción, los hechos son los hechos y los últimos 12 meses han sido dramáticos. La falta de trabajo mata a las familias, la bajada del consumo en las familias asfixia a las empresas y la falta de movimiento económico en las empresas ahoga al país. Y viceversa.
Los recortes y la contestación social que han provocado han dominado las noticias de los periódicos y las conversaciones de todos. La obligación de cumplir el objetivo de déficit a costa de lo que sea ha complicado las cosas y CLM no solo no es una excepción, sino que aquí es más grave, porque venimos de más atrás y porque teníamos la peor herencia.
El Gobierno de María Dolores de Cospedal se ha entregado por entero al cumplimiento del objetivo de déficit con el objetivo de ganar credibilidad y, a partir de ahí, pedir “favores”. Si CLM ha podido recortar seis puntos de déficit, los demás también deberían. Cospedal le ha hecho un favor a Rajoy y a Montoro; pero también se coloca en posición de ventaja para pedir. O al menos así debería ser.
Los ajustes en Castilla-La Mancha empezaron antes y han sido más duros. El mensaje oficial es que lo peor ha pasado ya, pero la plantilla de empleados públicos teme más vueltas de tuerca. ¿Ha lugar?
Año y medio después de llegar al Gobierno, el PP ha impuesto una administración más austera, ha acabado con los excesos despilfarradores del Gobierno que le precedió y ha implantado la idea de que la Junta no puede dar de comer a todos. Ha sabido recortar, pero aún le queda demostrar que es capaz de generar recursos poniendo esta tierra a producir de otra manera, la única racional, a través de la iniciativa privada y aprovechando nuestras potencialidades, que las tenemos. Por sus medidas, pero también por sus formas en algunos casos, el Ejecutivo se echa más enemigos de los estrictamente necesarios y eso siempre pasa factura.
En el PSOE se hizo el esperado cambio de José María Barreda por Emiliano García-Page. El nuevo líder socialista se ha embarcado en la fragata que trata de cambiar a mejor las cosas en el PSOE, convencido de que si no se arregla la casa madre, no se corregirán las regiones. Cierto es, pero en política el espacio que no ocupas tú te lo ocupan otros y a veces no se recupera a tiempo el terreno perdido.
Económicamente, el paro bate cualquier récord conocido y el tejido empresarial, a falta de crédito y compuesto por “micropymes” mayoritariamente, apenas tiene ya fuerzas para seguir empujando. Sin embargo, la conflictividad laboral ha bajado. CC.OO. y UGT han batallado más contra el PP?y sus recortes que contra las empresas.
Las mejores noticias han venido del ámbito financiero, con la inclusión de Caja Rural CLM entre las cinco mejores entidades del país por sus ratios de morosidad y solvencia. Tras los cambios en Globalcaja, todo parece indicar que pronto habrá conversaciones de fusión. Otra cosa es el resultado que den.
En resumen, un año pésimo en lo económico y de transición en lo político, ya que en 2013 podremos medir mejor cómo está el reparto de fuerzas en la pelea Cospedal-Page. O lo que es lo mismo, si se presume batalla para 2015.