Emularon a Jesucristo en su camino hacia el monte Calvario y lo hicieron de maravilla. Una experiencia que no olvidarán y que protagonizaron todos los miembros de la Fundación Madre de la Esperanza.
La profundidad con que los miembros de Madre de la Esperanza hicieron la representación
Fue en la parroquia Santa María la Mayor (la Colegial), donde encarnaron a cada uno de los personajes bíblicos y recrearon la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, «invitándonos a todos a entrar en oración y acercándonos a experimentar lo que pudo vivir y sentir Jesús».
Lo que desde la propia Fundación han calificado como «una experiencia de fe, que nos invitó a la oración, gracias a la profundidad con la que las personas con discapacidad representaron cada una de las estaciones».