Iván Galán, uno de los mejores atletas toledanos de siempre, recibió el homenaje de su tierra en la última San Silvestre Toledana, prueba que ya ganara. El corredor, de 33 años, afirma que «el atletismo está tocado de muerte», refiriéndose al contexto de crisis en que tiene que desenvolverse este deporte.
Pero Iván Galán tiene ganas de dar mucha guerra, no en vano fue el año pasado, en el Maratón de Hamburgo, cuando hizo la mínima para ir a los Juegos de Londres, quedándose a un paso de ir, ya que acudieron tres corredores que tenían mejores registros que él.
Por eso, porque aún está en activo y le haya hecho mucha ilusión, le vino un poco a trasmano el homenaje de la San Silvestre. Por eso y por su natural reserva. No se lo esperaba. De hecho no pudo correrla porque ya tenía comprometido correr en la San Silvestre de Crevillente, en la que fue séptimo y mejor español: está claro, Iván Galán aún tiene que dar de sí.
En cuanto a sus próximas citas, poco puede aventurar dado que es el club, el Bikila, el que decide. Solo adelanta que en abril correrá una maratón. Tampoco sabe si disputará el Campeonato de España o para entonces irá a correr fuera.
Preguntado sobre el estado de su deporte en medio de la crisis, no tiene pelos en la lengua: «Está tocado de muerte». Por eso ya está estudiando las oposiciones de Magisterio que se han convocado para este año.
Con todo, echando la vista atrás, no se puede quejar. Ha vivido de esto, ayudado por becas y por el hecho de que vive en casa de sus padres, está soltero y no tiene hijos «ni hipoteca». Respecto a las becas, Galán aprovechar para custionar los criterios de valoración, que a su juicio no están nada claros para los atletas, así como lo que considera poco sensatas exigencias de justificación de los gastos tras la concesión de una ayuda.
«ME DIO MUCHA RABIA NO IR A LONDRES»
Ya se ha apuntado que Iván Galán estuvo «en un tris» de ir a Londres. Supo lo que se perdió en la misma capital inglesa, donde estuvo junto a su novia viendo la prueba de los 10 kilómetros marcha: «Me dio mucha rabia. Me puse en la situación de los que marchaban por España, vistiendo la camiseta de la Selección…», comenta. Galán nunca ha corrido en unos Juegos. Lo más cerca que ha estado es la Universiada. «Pero los Juegos es como multiplicado por cuatro o cinco», dice.
Echando la vista atrás, el corredor toledano destaca su mayor logro, uno que en su día no valoró tanto pero ahora sí, tras la reflexión que permite el tiempo: la victoria que logró en la Copa de Europa de clubes celebrada en Guadalajara, celebrada a mediados de la primera década de este siglo. «Ningún otro español lo ha logrado. Además, había un gran nivel, ya que en la carrera había atletas con grandes marcas en los Juegos y Mundiales», recuerda. Su equipo quedó cuarto pero él fue el primero en llegar a la meta.
Por último, preguntado sobre su corredor favorito, nombra al keniata Paul Tergat, el que llevaba ya cinco mundiales de cross cuando el toledano disputaba el Mundial universitario.