María Benítez, la pensionista de 74 años que protagonizó el pasado viernes un encierro de 12 horas en una sucursal del BBVA en Guadalajara ante la posibilidad de que el banco la desahucie tras haber avalado a su hijo, se reúne hoy, 9 de enero, con la entidad para negociar una salida a su situación.
Benítez podría perder su vivienda al presentarla como aval de la hipoteca que firmó en 2005 su hijo Pedro, que también es pensionista por minusvalía y que dejó de pagar tras perder el empleo, lo que ha generado una deuda de 130.000 euros más los costes judiciales y los intereses para ambos y la posibilidad de que la entidad se quede con su domicilio, tasado en 40.000 euros.
En su lucha por mantener su vivienda, la mujer se encerró junto a 40 personas el pasado viernes en la sucursal del banco hasta que fue desalojada por la Policía Nacional, alrededor de las 1.30 horas, y cuando ya habían conseguido una cita para negociar una salida a su situación.
En este sentido, el portavoz de la Plataforma Afectados por la Hipoteca de Guadalajara, Mario Magán, ha informado a Efe de que hoy mismo ha confirmado con el director de la sucursal la negociación empezó a las 10.00 horas.
Magán, que también participó en el encierro del viernes, ha insistido en que la única solución viable para María y su hijo es la dación en pago retroactiva de la vivienda de Pedro y la condonación de la deuda.
Ha recordado que el banco le ha ofrecido a María el usufructo de su vivienda mientras viva, lo cual «no le sirve», porque es el único sitio donde puede vivir su hijo, que tiene una minusvalía reconocida.
La Plataforma ha convocado una concentración a la puerta del banco mientras duren las negociaciones, con el objetivo de dar visibilidad al problema, pues «es una reclamación social y una cuestión de justicia», ha concluido su portavoz.