Pronto se cumplirá una década de su llegada a la Secretría General de la UGT castellano-manchega. Era un gran desconocido y el único hombre que lograba consenso en una organización que por aquel entonces estaba fracturada en grupúsculos y con las cuentas en quiebra. Carlos Pedrosa relata en esta entrevista con encastillalamancha.es lo que se encontró: ¡trabajadores sin dar de alta en una organización sindical! Extractamos esos episodios en esta noticia, que forma parte de la entrevista que se publica en portada íntegramente.
Está a mitad del tercer mandato y usted también recibió una herencia envenenada económicamente. ¿Cómo es la UGT que entregará en el siguiente congreso?
Sin hablar de nadie, lo que le puedo decir es que en 2002 UGT era una organización en quiebra o bancarrota, no recuerdo el término exacto de los auditores. La Fundación Iniciativas de Futuro, con la que realizábamos la formación, estaba igual. También me encontré algún Audi en el garaje, trabajadores sin dar de alta y sin dinero en las cuentas para pagar las nóminas y deudas con proveedores de seis meses atrás. Fue una situación muy dura, muy dura… Y aspiro a entregar una UGT, en términos de estructura organizativa, adaptada a sus ingresos y siendo la UGT de España que porcentualmente más ha crecido en delegados sindicales en las elecciones sindicales.
¿Cuáles han sido los peores momentos, los de querer tirar la toalla, si es que los ha habido?
Los hay continuamente. Los momentos actuales son muy duros. A mí se me cae el alma al suelo muchos días de la semana, y perdóneme la afectación del momento, porque la gente lo está pasando muy mal, pero muy mal. Ha habido momentos de una gran intensidad y dramatismo, como el del incendio de Guadalajara, el accidente de Repsol… De vez en cuando te despiertas una noche soñando con ellos. Pero el dramatismo permanente, continuado en el que vivimos hoy las organizaciones sindicales, es, con diferencia, la situación más dura y la que está generando más miedo. Estoy convencido de que a los políticos les pasa lo mismo, no son marcianos, son personas como nosotros y nuestros vecinos, los de un lado y los de otro.
«SIN DUDA ALGUNA, TENDREMOS NUESTRO PROPIO PLAN DE AJUSTE EN UGT»
¿A UGT le prestan los bancos?
UGT tiene desde el año 2002 un par de pólizas de crédito, porque yo me encontré una situación muy apurada económicamente. En ese sentido, seguimos funcionando con ellas y no tenemos ningún problema.
¿Tendrá que hacer UGT su propio plan de ajuste, dada la caída de ingresos y los impagos de las administraciones?
Sin duda alguna. Nosotros tenemos unos ingresos fijos por cuota, que varían según el crecimiento o decrecimiento afiliativo, y tendremos que ir ajustándonos a eso estrictamente. Lo que sí le aseguro es que los dirigentes del sindicato estarán tan afectados como los trabajadores que se puedan ver afectados.
¿También van a renunciar al Audi y abaratar el menú del día?
Hace ya tiempo que los directivos de UGT renunciaron a su menú del día y los coches que hay están a disposición del sindicato para la acción sindical. Sí le puedo decir que cuando yo llegué a la Secretaría General, desaparecieron las viviendas de lujo en la Avenida de Europa y los Audi y situaciones parecidas.
Teniendo que despedir a trabajadores del sindicato, ¿se ha sentido empresario por un día o los comprende mejor ahora?
Yo comprendo la postura de los empresarios razonables, pero la UGT no es una empresa. Si lo fuera, yo en vez de una Ejecutiva tendría un Consejo de Administración y diría tú fuera o tú dentro. En segundo lugar, nosotros no tenemos beneficios ni reparto de acciones. ¡Ojalá pudiera tener como reclamo para la afiliación reparto de beneficios para los afiliados de UGT a final de año! Los sindicatos nos financiamos con las cuotas de nuestros afiliados, es un ejercicio de solidaridad de los trabajadores y trabajadoras, porque el trabajo que hacemos, nosotros y los demás sindicatos, lo pagan nuestros afiliados pero benefician a todos los trabajadores, estén o no afiliados.