Guadalajara por fin consiguió ver la primera victoria en Liga Asobal esta temporada del Quabit, en este caso por 30-25 ante Anaitasuna. Será que les dio suerte el seleccionador nacional, Valero Rivera, quien presenció en directo en encuentro. La nota negativa fue la derrota de los conquenses del Ciudad Encantada, por 34-30, ante el Academia Octavio.
El Quabit Guadalajara sumó en el Palacio Multiusos su primera victoria liguera de la temporada después de derrotar al Anaitasuna por 30-25 en la octava jornada de la Liga Asobal. Jorge Gómez sostuvo en la portería a un equipo alcarreño que encontró en Rudovic, Sergio de la Salud y Parra el acierto ofensivo para dominar el choque desde su inicio.
Pese a que Montávez inauguró el marcador y Paco López puso el momentáneo 1-2 en el marcador en los primeros compases, el Quabit BM se apoyó en el acierto en la portería de Jorge Gómez -cerró la primera mitad con un 43% de paradas tras detener nueve de 21 lanzamientos- y el poderío en nueve metros de Rudovic -autor de cinco goles en el primer periodo- y Garralda -dos goles en los minutos iniciales- para alcanzar una cómoda renta de cuatro goles que obligó a Aitor Etxaburu, técnico visitante, a pedir tiempo muerto en el minuto 12 (7-3).
En cualquier caso, la primera línea alcarreña continuó monopolizando el juego ofensivo del choque ante un Anaitasuna en el que solo Bernatonis, con cinco goles en los primeros treinta minutos, veía puerta en el ataque estático de los navarros (11-8). Pese a ello, a falta de diez minutos para el descanso el conjunto de Pamplona reaccionó y llegó a situarse a un solo tanto (11-10). Un tiempo muerto de Fernando Bolea y la primera exclusión del partido a Cristian Martínez permitieron a los alcarreños, entre los que aparecieron Sergio de la Salud y Parra, volver a escaparse en el marcador (16-12). Una renta al descanso que todavía pudo ser mayor de no ser por la salida de Schulz en la portería visitante, que detuvo tres de los seis lanzamientos que recibió.
Tras la reanudación, el Quabit mantuvo su ritmo ofensivo para ponerse con cinco goles de ventaja (18-13). Las exclusiones de Blazevic y Valles no influyeron, y el equipo de Bolea logró mantener su cómoda ventaja (21-16) merced a las paradas de un espectacular Gómez, que terminó el choque con 44% de acierto. Sin embargo, el Anaitasuna reaccionó de nuevo y, con un parcial de 0-3, llegó a situarse a un solo tanto (23-22 minuto 48).
En esos instantes, el Quabit, víctima de no haber estrenado todavía su casillero de puntos, se mostró dubitativo durante unos ataques, pero de nuevo emergió la figura del guardameta maño en la portería y de Parra, autor de seis goles con un 100% de efectividad, en ataque para dejar el partido sentenciado antes de los últimos cinco minutos (27-24) y certificar para los alcarreños una victoria merecida y necesaria.
CIUDAD ENCANTADA FUE SIEMPRE A REMOLQUE ANTE ACADEMIA OCTAVIO
El Balonmano Ciudad Encantada tampoco pudo derribar el inexpugnable fortín del Academia Octavio, un pabellón que suma ya 19 encuentros consecutivos sin conocer la derrota. El equipo conquense cayó por 34-30 en un partido en el que fue siempre a remolque en el marcador pero reaccionó mediada la segunda mitad para llegar a un final igualado, en el que los gallegos estuvieron más acertados.
Se notó la ausencia del cubano Capote, que se perderá lo que queda de campaña por una lesión de rodilla. Se le echó especialmente de menos en la faceta defensiva, ya que el Octavio anotaba con demasiada facilidad. Eso provocó que pronto los locales tomaran la iniciativa en el marcador, mientras que un gris Ciudad Encantada sobrevivía como podía gracias a los goles de Guillermo Corzo y Ángel Pérez. El equipo tampoco pudo sacar provecho de las situaciones de superioridad que tuvo durante todo el partido y en esta primera mitad se encontró demasiadas veces con el portero Xavi Díaz. El Octavio llegó a ir mandando con cinco goles de ventaja pero Georgescu apareció antes del descanso para que la desventaja quedara reducida a tres tantos (16-13).
En la segunda mitad, Corzo seguía haciendo mucho daño y dando espectáculos por momentos, y su compatriota Paván, que todavía no se encuentra al 100%, también se animó a pelear por la victoria. El problema es que los locales convertían en gol todos y cada uno de los ataques, y por mucho que anotaran los conquenses, la distancia entre los dos conjuntos no variaba. Finalmente sí que logró el Ciudad Encantada acercarse, después del regreso de Richard Kappelin a la portería.
Dos goles consecutivos de Marco Gamuz alimentaron la esperanza de los conquenses pero los locales se resistían a conceder la remontada y marcaban en los momentos clave. Con tres minutos por delante, Guillermo Corzo ponía al Ciudad Encantada un solo gol por detrás, pero dos goles consecutivos de González distanciaron definitivamente al Academio Octavo, que terminó ganando por 34-30, un resultado que le sitúa por encima de los conquenses en la clasificación.