El BBVA ha ofrecido hoy una solución a María Benítez, la pensionista que se encerró 12 horas en una sucursal de Guadalajara, y a su hijo Pedro Aguirre, que podrá vivir con ella hasta su muerte y, a partir de ese momento, tendrá acceso a un alquiler social durante cinco años.
Fuentes del BBVA han informado a Efe de que la propuesta ha sido trasladada por escrito a la mujer ante la imposibilidad de ponerse en contacto con ella, con lo que la entidad da por cumplido el compromiso de ofrecer una solución durante el día de hoy.
Benítez, cuya casa está pendiente de ser subastada al presentarla como aval de la hipoteca que firmó en 2005 su hijo -quien ya perdió su casa cuando dejó de pagarla-, negocia con el banco una solución para ella y para Pedro, que mantiene una deuda superior a los 130.000 euros con la entidad.
La propuesta consiste en el usufructo de la vivienda propiedad de María hasta su fallecimiento, mientras que a Pedro le ofrecen la posibilidad de un alquiler social de otra vivienda durante cinco años una vez que fallezca su madre.
Asimismo, la propuesta también incluye la renuncia por parte del banco a reclamar la deuda pendiente mientras persistan las condiciones económicas de la familia.
En cualquier caso, el BBVA ha vuelto a precisar que en este caso no se puede hablar de desahucio, puesto que ni la vivienda está subastada ni hay fecha para ello.