La tasa de abandono escolar temprano bajó en Castilla-La Mancha del 38,1 por ciento en 2008 al 31,6 % en 2011, pero este último porcentaje la sitúa como la segunda comunidad autónoma, tras Andalucía, con mayor abandono prematuro.
Según los datos de 2011 de la encuesta de población activa publicados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la tasa de Castilla-La Mancha supera en 5 puntos a la media nacional -26,5 %- y duplica ampliamente el promedio de la UE, cifrado para ese año en el 13,5 por ciento.
El abandono escolar temprano disminuyó en España del 31,9 al 26,5 por ciento en el plazo de tres años, pero se mantiene por encima del 30 por ciento, además de en Andalucía y Castilla-La Mancha, en Baleares, Canarias, Murcia y La Rioja, así como en las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Este indicador mide la proporción de personas de entre 18 y 24 años que no se han titulado en FP ni Bachillerato ni siguen ningún tipo de formación. La UE se ha propuesto reducirlo hasta el 10 por ciento en 2020 y España hasta el 15 por ciento, aunque hay dos autonomías que están ya por debajo de este nivel: Navarra (12 %) y País Vasco (13%), según estos datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte referidos a 2011.
Por debajo de la media nacional de ese año (26,5 %) se encuentran también Madrid (19,8 %), Galicia (20,8), Asturias (21,9 %), Cantabria (21,2), Aragón (22,7 %) y Cataluña (26 %).
Por el contrario, a la cabeza del abandono figuran Andalucía (32,5 %), seguida por Castilla-La Mancha (31,6 %), Canarias (31,5 %), Baleares y Murcia (30,7 %) y La Rioja (30,2 %), además de Ceuta y Melilla (32,2 %). A continuación se sitúan Extremadura (29 6%), Comunidad Valenciana (27,4 %) y Castilla y León (27,3).
La media española acumula tres años consecutivos de bajada de este indicador, después de alcanzar un pico del 31,9 % en 2008. Y con alguna excepción, todas las comunidades han conseguido rebajar su tasa en este trienio, pero de manera dispar, en parte porque la situación previa de cada una de ellas también era diferente.
La divergencia territorial se aprecia, además, en que el índice autonómico de abandono escolar prematuro más alto (Andalucía) se acerca al triple del más bajo (Navarra). Según algunas interpretaciones, la crisis económica hace que el sistema educativo retenga a más alumnos y recupere a otros con formación escasa que dejaron los libros durante la bonanza económica atraídos por un mercado laboral que animaban la construcción y el turismo.
Como muestra de este cambio, se menciona una subida de matriculaciones de FP en los últimos tiempos. No obstante, la tasa conjunta de alumnos españoles que abandonan las clases definitivamente al terminar la secundaria obligatoria sigue siendo el doble de la europea. En 2011, la media de toda la UE era del 13,5 %, con los extremos estadísticos situados en Malta (33,5 %) y Eslovenia (4,2 %); Portugal tenía 23,2 %; Italia, 18,2 %; Grecia, 13,1 %; y Alemania, 11,5 %.