El Abanca Ademar despidió la temporada entre lágrimas por un borbotón de emociones y alegrías al haber rematado el objetivo de mantener, con su victoria 28-21 ante el Quabit Guadalajara, la cuarta plaza que le asegura la clasificación para la fase final de la Copa del Rey y, previsiblemente, un billete europeo.
La despedida tardará en olvidarse en la memoria colectiva ademarista, no tanto por un triunfo necesario, sino por decir adiós a toda una leyenda, «Juanín» García, idolatrado en su último encuentro y cuyo nombre será el primero que cuelgue con el «6» de su camiseta del municipal leonés.
A pesar de tantas emociones previas y luego finales, el Quabit Guadalajara intentó no presentarse como convidado de piedra, sino planteando muchas dudas a un Ademar quizá sobrepasado por todo lo que rodeaba la cita que le costó digerir, algo que aprovechó su rival para llegar a colocarse con rentas de dos goles (5-7), mediado el primer periodo.
Diego Dorado, que también se despedía como primer entrenador del Ademar -continuará como ayudante de Manolo Cadenas-, decidió remozar totalmente su equipo salvo en la portería y éste carburó con más fluidez, apareciendo la primera línea bajo la dirección de Rodrigo Pérez y con unos más inspirados Vieyra y Ligetvári.
En el Guadalajara, César Montes, que también decía adiós al banquillo alcarreño poniendo fin a una época brillante, las penetraciones de Chema Márquez empezaron a encontrar mejor respuesta en la defensa y, ante la falta de conexión con el pivote, bien sujetado Javier García, el Ademar logró remontar para mandar al descanso, 15-13.
[ze_summary text=»Si en la primera parte el duelo estuvo igualado al máximo, en la reanudación no hubo color «]Si en la primera parte el duelo estuvo igualado al máximo, en la reanudación no hubo color [/ze_summary]Pero si en la primera parte el duelo estuvo igualado al máximo, en la reanudación no hubo color con un Ademar esforzado al máximo en tareas defensivas y con un Rodrigo Pérez de dulce en la finalización, demostrando su versatilidad y acompañando la reivindicación de la cantera ademarista.
Con sus goles, el equipo leonés empezó a escaparse porque también su rival había aprovechado para dar oportunidades a todos en sus respectivas despedidas, dejando a Hombrados en el banquillo y también dando descanso a Márquez, casi único argumento ofensivo durante todo el encuentro.
Ya con los goles del homenajeado para poner la guinda, no faltó nada que impidiera la alegría de una afición entregada que vio cómo su equipo cumplía el guion establecido en una temporada muy convulsa con un final feliz, aunque plagado de lágrimas.
Ficha técnica
28 – Abanca Ademar (15+13): Biosca; Juanín García (5, 2p), Mosic (-), Pesic (3), Simonet (1), David Fernández (1), Mario López (6, 2 p); Carou (1), Vieyra (1), Ligetvári (2), Rodrigo Pérez (6), Gonzalo Pérez (2), Jaime Fernández (-), Robles (-).
21 – Quabit Guadalajara (13+8): Hombrados (Eceolaza); Mellado (-), Serradilla (3), Vigo (4, 1 p), Niewrzawa (3), Paredes (-), Moya (-); Marquez (7), Javi García (2), Parra (-), Gallardo (1), Sanz (1), Sánchez-Migallón (-).
Marcador cada cinco minutos: 2-1, 4-4, 6-7, 10-10, 11-12, 15-13 (descanso), 18-14, 21-16, 23-18, 25-20, 27-20, 28-21 (final).
Árbitros: Ausás Busquets y Florenza Virgili. Excluyeron por dos minutos a Carou, por el Ademar, y Parra, Niewrzawa y Vigo, del Guadalajara.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima jornada de la Liga Asobal disputado en el palacio municipal de deportes de León ante 3.973 espectadores. Antes del inicio del partido se homenajeó a Juanín García por su retirada después de 24 temporadas. El extremo leonés, de 41 años, accedió a la pista a través del pasillo de jugadores de ambos equipos, con sus compañeros luciendo una camiseta conmemorativa alusiva al palmarés del máximo goleador histórico de la Liga Asobal y de la selección española.
Posteriormente también recibieron una fotografía cada uno de los ademaristas que abandonarán el equipo, Simonet, Pesic, Biosca, Ligetvári y Rodrigo Pérez, y éste último, además, el premio de las peñas como mejor jugador del mes de mayo.
A la conclusión, los jugadores que abandonaban el equipo recibieron la medalla de plata del club, pero Juanín García fue de nuevo el máximo protagonista retirándose su número 6 y colocando en lo alto del pabellón una gran camiseta con su nombre y firma, la primera que cuelga de la instalación. Recibió, además, la insignia de oro del club.