María Benítez, la pensionista de 74 años que el pasado 4 de enero se encerró durante 12 horas en una sucursal del BBVA en Guadalajara para evitar la subasta de su piso, considera que la última oferta del banco no es suficiente para ella y para su hijo, pensionista por minusvalía.
El BBVA ha ofrecido a María Benítez y a su hijo Pedro Aguirre el usufructo de la vivienda propiedad de María hasta el fallecimiento de ella y un alquiler social de otra vivienda durante cinco años una vez que fallezca su madre para su hijo.
Una propuesta que, según ha contado a Efe la afectada, recibió ayer por la mañana (15 de enero), y con la que no está satisfecha, dado que sus pretensiones son que el usufructo de su vivienda no sea para ella, sino para su hijo una vez que ella fallezca, ya que él está enfermo.
Asimismo, ha criticado que la propuesta siga reconociendo la deuda que Pedro Aguirre mantiene con la entidad -de unos 130.000 euros más intereses y costes judiciales-, puesto que ello le perjudicará a la hora de formalizar cualquier tipo de contrato.
«Nuestra situación no va a cambiar, porque los dos somos pensionistas, y aunque nos suban la pensión, la vida también va a subir», ha apostillado.
Sin una reunión fijada, María ha confesado sentirse «muy trastornada» por lo acontecido en los últimos días, hasta el punto de que ha solicitado a la entidad que, en adelante, contacten con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o con su abogado para cualquier trámite.
En cualquier caso, ha asegurado que su propuesta sigue siendo la misma: Que el usufructo de la vivienda sea para su hijo, y así ella pueda vivir satisfecha sabiendo que tendrá un techo tras su muerte.
«Para ello he fregado muchos suelos durante toda mi vida», ha afirmado María Benítez.
La pensionista ha concluido: «Voy a luchar hasta el final, no sólo por mí, sino por todos los que están como yo. Porque es una canallada lo que ocurre aquí en España».