La noche electoral en Castilla-La Mancha dejó una lectura sencilla de realizar en cuanto ves los números: el PSOE arrasó y el PP se hundió. Literalmente.
Page, ¡qué has hecho!
Emiliano García-Page lo ha vuelto a hacer. Allí donde se presenta, gobierna. Y esta vez con mayoría absoluta cuando prácticamente todo el mundo daba por hecho que tendría que pactar con Unidas Podemos (aunque los vaticinios en este caso se cumplieron y ha sacado cero diputados) o, y esta era la posibilidad de la que más se había hablado durante el último año, con Ciudadanos, aunque el acuerdo pasaba porque lo negociara directamente con Madrid. Pero no ha hecho falta nada de eso, la banca saltó y se sacó de la manga 19 diputados (la mayoría está en 17), por lo que sus últimos cuatro años al frente del Gobierno de la comunidad autónoma, ya que el mandato de los presidentes no se puede prolongar más de ocho años, serán de lo más “plácido” que se haya encontrado en su vida política. Al menos en teoría. No hay quién le tosa, se mire por dónde se mire.
En el lado contrario, el PP de Paco Núñez, que se ha hundido al pasar de los 16 diputados que consiguió María Dolores de Cospedal (ganó pero perdió) en 2015 a los 10 que tendrá en la legislatura que está a punto de estrenarse. Es fácil hacer leña del árbol caído, pero algo han tenido que hacer muy mal los “populares” cuando la gente, los votantes, han dicho que de momento lo dejen y se presenten a las próximas, a ver qué tal. Cierto es que Núñez apenas ha tenido unos meses para presentarse en sociedad, que la marca PP está hecha añicos en estos momentos y que suceder a la líder suprema a la que internamente nadie se atrevió a toser durante muchos años costará algo más que Dios y ayuda para volver a ser… Un partido. Porque en estos momentos, y más en la derrota, no lo es.
A Núñez hay que darle la oportunidad de presentarse dentro de cuatro años porque no se puede entrar en la locura permanente de cambiar de candidato en cada elección. Entonces ya no estará Page, pueden esgrimir los “populares”, aunque lo que viene por detrás tampoco sea difícil de torear…
Peor ha sido incluso para Podemos, con un José García Molina dimitido tras la debacle y que ha dicho adiós a un sueño que poco menos que le ha durado un verano, dejando además una formación en estado de shock, regañada, en estado poco menos que catatónica y desaparecida prácticamente de las instituciones, que es como decir que no existe. Porque desde que se puso la chaqueta de vicepresidente «desapareció». Pasó de ser «azote» de Page a su vicepresidente segundo. Cambió cromos y se quedó con los malos, con los que no quiere nadie. Como se ha demostrado ahora.
Y Ciudadanos, que ha obtenido un resultado de aúpa, con cuatro diputados, la primera vez que entran en el Parlamento regional, resulta que no van a tener nada que decidir. Reclamarán su espacio, pero cuando enfrente el rival se ha paseado… Ganar para nada, que se llama.
Ojo a la ciudad de Toledo que Tolón…
Sí, ojo a la ciudad de Toledo, porque…
Pasar de 9 a 12 concejales en la capital regional, donde desde hace décadas vengo escuchando que es muy de derechas, tiene un mérito que nadie con dos dedos de frente le puede quitar a Milagros Tolón, la alcaldesa que apareció hace cuatro años decidida a tomar las riendas de su ciudad y que a pesar de, entonces, no contar con el beneplácito del dedo ponedor, no se encomendó a nadie y salió decidida a gobernar. Y lo hizo. Cuatro años después, ha conseguido lo que José Bono y Page, que una parte importante de esa derecha le vote a ella por ser Tolón, al margen de las siglas que lleva detrás. Y eso es lo que hace grande a un político. Porque su salto cualitativo ha sido… Pues eso, que se queden con su nombre. «Pasito a pasito», como ella dijo en «Espacio Reservado», el desayuno informativo marca de esta casa.
Decía que ojo porque ojo el mérito de lo que ha conseguido: va a gobernar en solitario puesto que Unidas Podemos, que ha conseguido 2 concejales y la votará en la investidura, en principio no tiene por qué entrar en el Gobierno. Y a la derecha de ambos, la nada.
Sí, la nada. Porque el PP ha bajado de 9 a 6 concejales, un resultado que deja en pañales a la bancada azul y con enormes diferencias internas tras la elección de Claudia Alonso como candidata y el “abandono” que sufrió Jesús Labrador semanas antes de que ella fuera elegida. Lo mismo que había ocurrido hacía cuatro años, pero al revés. Pero ahora a ver quién arregla este fregao. Porque a la lucha municipal con un grupo que veremos qué da de sí, se une la interna, que va a ser inevitable se pongan como se pongan. Cuatro años sin nada que rascar se hacen muy, pero que muy largos.
Ciudadanos ha fracasado. Sí. En términos absolutos, repetir el número de concejales que en 2015 es no dar pasos hacía atrás pero tampoco hacia adelante. Los 3 concejales obtenidos no le dan a su candidato, Esteban Paños, para nada, y tras dos elecciones se me antoja que al término de esta legislatura se acaba su periplo en la vida política. Al menos en la municipal. Porque aspiraba a entrar en el Gobierno pactando bien con unos o con otros. Y se ha quedado compuesto y sin novia. También literalmente. Otros cuatro años paseando por el desierto van a ser duros.
Entra Vox con 2 concejales. Más allá del “éxito” de la misión al ser debutantes, no les va a servir para nada. No tendrán opción de influir en la vida municipal y ahí se acaba la historia porque por más que quieran sumar no van a encontrar dónde y por qué. Sin más.
Y la «bomba» de Talavera tenía que explotar
Y Talavera…
La “bomba” tenía que explotar por algún lado porque la ciudad hace años que no da más de sí y los talaveranos lo han expresado en dos multitudinarias manifestaciones en apenas cuatro años. La victoria de la socialista Tita García Élez ha sido, a la vez, el batacazo impresionante de Jaime Ramos.
Los vecinos han pensado que con un Gobierno central socialista y un más que previsible, pensarían, Gobierno autonómico del mismo color, blanco y en botella, quien más posibilidades tiene de sumar es otra socialista más. Y la aún consejera de Fomento ha llegado arrasando. 14 concejales de 25, que no es ninguna broma.
Ahora sí, apenas tuvo unas horas para celebrarlo, porque lo que tiene delante de sí es de órdago: una ciudad prácticamente hundida, sin ánimo, con empresas que cierran un día sí y otro también, con sus vecinos con las uñas afiladas porque no soportan más la desidia habitual…
Sí, la del 26 de mayo de 2019 fue la noche del PSOE en todos los sentidos. Diputaciones incluidas, sobre todo algún caso como la de Toledo, donde también han conseguido mayoría absoluta cuando la previsión generalizada era que había muchas posibilidades de perderla.
Y Emi, Mila y Tita (Page, Tolón y García Élez), como les conocen sus íntimos, se pegaron un subidón de adrenalina que ha dejado tocados, cuando no hundidos, al resto de oponentes. Una brutalidad, en suma.
El rojo le ha sentado bien a la comunidad autónoma, al menos para los próximos cuatro años… Y lo han decidido los votantes, que son los que siempre llevan razón.
@CesardelRioPolo
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