Las frases, como el pasado, siempre vuelven. Y a María Dolores de Cospedal, otrora todopoderosa dirigente del PP aquí, allá y acullá, recuerden que en su época más gloriosa llegó a ser presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP nacional, siempre se le recordará, entre otras cuestiones, por la explicación del famoso finiquito en diferido a quien se convirtió en su bestia negra en las entrañas del partido, el extesorero Luis Bárcenas, quien destapara la caja de los truenos cuando se le ocurrió anotar los supuestos pagos en «B» a dirigentes del PP que, a la postre, significaron el principio del fin para los Rajoy, Soraya… Y para la propia Cospedal.

Bien, han pasado seis años desde aquella famosa rueda de prensa del «finiquito en diferido» y ahora en el PP de Castilla-La Mancha… Pues que nombras a Cospedal y como que se mira para otro lado. Y no olvidemos que son sus «cachorros», aupados por ella, quienes ahora dirigen los destinos del PP autonómico.

El día que Paco Núñez dejó caer la idea de nombrar a Cospedal presidenta de honor…

El mismo día que Paco Núñez era nombrado presidente «popular» dejó caer la idea de nombrar a Cospedal presidenta de honor del PP de Castilla-La Mancha. Lo hizo delante de ella y del presidente nacional, Pablo Casado. Era el 7 de octubre de 2018.

Sí, eran otros tiempos…

Porque desde que Núñez dejó caer la idea, esta (la idea) ha ido cayendo, cayendo… Y ha tocado fondo. Coño, que miras para abajo y ya no la ves (la idea, digo).

Hasta que ha pasado a dejar de ser un asunto de interés, como dejó ver el propio Núñez tras la Junta Directiva Regional que celebraron en Toledo el lunes 3 de junio. Vamos, que ya no entra en sus planes. Pero ni ahora ni en los últimos meses, porque desde el día que lo dejó caer hasta hoy no se había vuelto a hablar del asunto salvo que lo sacaran a colación los periodistas y nos remitieran, siempre, a la que se convirtió en la «deseada» Junta Directiva Regional, donde supuestamente se decidiría si aquel anunció caía en saco roto o veía la luz. Era obvio desde entonces que no, que no…

Llegada esa reunión, Núñez dijo que el asunto no estaba en el orden del día y que ha pasado a segundo plano. Vamos, dicho en castellano, que Cospedal se olvide de la Presidencia de Honor. Porque, recalcó, «arrancamos una nueva etapa. No renegamos de nuestro pasado (zanahoria), pero esto no está en el orden del día (palo)». Las dos palabras entre paréntesis son mías. Para ir al grano, vamos.

El día que entró en escena el excomisario Villarejo…

¿Qué ha ocurrido desde aquel 7 de octubre en el que Núñez lo anunciara? Pues, entre otras cosas, que los votantes han dejado al PP nacional en 66 diputados y al PP de CLM en 10 escaños en las Cortes de CLM. Pero, lo más importante, que apareció el excomisario Villarejo y se hicieron públicas algunas de sus numerosas cintas que grabó a diestro y siniestro. Entre otros, al empresario Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal. A partir de ese momento, el finiquito en diferido regresó a la escena política. Y le tocó vivirlo a ella.

Según publicó el 29 de octubre de 2018 (justo 22 días después de que Núñez dejara caer la idea de nombrar a Cospedal presidenta de honor) el periódico digital moncloa.com, López del Hierro habría obtenido, a través de Villarejo, informaciones confidenciales sobre casos de corrupción que afectaban al PP.

Desde entonces, la Presidencia de Honor pasó a ser un tema ardiente cada vez que se tocaba en el PP de CLM. Y no es que fuera poco a poco, es que en apenas unas horas dejaron de hablar de Cospedal. Ni nombrarla. Así durante los últimos siete meses. A quien antes nadie osaba toser ahora…

Sí, está claro que el PP de CLM ha finiquitado en diferido a Cospedal…

TODAS LAS IMÁGENES DEL ADIÓS DE COSPEDAL Y LA LLEGADA DE PACO NÚÑEZ EN EL PP DE CLM

@CesardelRioPolo

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