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sábado, 23 de noviembre de 2024
Braulio Rodríguez, arzobispo de Toledo, comienza un tratamiento sistémico.
Braulio Rodríguez. Foto - Rebeca Arango
Propone hermanarlos con parroquias - 12 junio 2019

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha mostrado su preocupación por «el futuro incierto» de las monjas contemplativas de los monasterios de Toledo y ha propuesto hermanar cada monasterio de clausura con una parroquia, a través de un proyecto diocesano que atienda las necesidades de las religiosas el riesgo de desaparición de la vida en clausura.

El arzobispo ha detallado en un escrito que se trata de un programa que ya está preparado y que ha sido llamado «Con un solo corazón», que consiste en que cada una de las 237 parroquias que componen la Iglesia de Toledo, y que así lo deseen, se puedan acercar a un monasterio de clausura para conocer a las religiosas que viven en él y saber qué necesitan o qué pueden compartir con ese grupo parroquial.


«No se trata de estar todo el día en el monasterio, pues su vida tiene mucho de silencio y de oración. Pero siempre puede hacerse un calendario que vaya bien a la comunidad contemplativa y a los fieles de esta o aquella parroquia que quieran entrar en este proyecto», ha expuesto el arzobispo, que ha indicado que en la actualidad en Toledo hay 37 monasterios de clausura.

La preocupación principal del arzobispo se centra en la situación que viven estas comunidades, que «por falta de vocaciones, sienten la angustia o la honda preocupación por su monasterio y el futuro incierto de la propia comunidad» y ha considerado que los católicos de Toledo han dejado «muy solas» a las hermanas contemplativas «como si nada ocurriese cuando desaparece un monasterio».

En este sentido, el arzobispo ha criticado que a los católicos, «al igual que tantos de la sociedad», lo que más les preocupa son los propios monasterios en cuanto a su condición de edificios antiguos con mucho valor artístico así como la posible pérdida del patrimonio y valor histórico que estos albergan; por lo que ha pedido que se preocupen también «de esas hermanas que llevan una vida singular, fieles a su vocación y que día a día la entregan sin pedir nada a cambio».

«Es muy de lamentar, si ellas son solo para las comunidades cristianas parroquiales un lugar que puede atraer turistas a nuestra ciudad o pueblo», ha aseverado el arzobispo, que ha reflexionado sobre la posibilidad de compartir «las riquezas del espíritu que contienen estas comunidades».

Por todo ello, ha pedido que se tenga en cuenta este proyecto, pues «no puede perderse algo tan grande como la vida contemplativa, sobre todo, sin haber luchado y peleado por encontrar soluciones».

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