Poco hay que decir y mucho que comer, ¡las sempiternas y deliciosas migas! Que, como el turrón, siempre llega por Navidad. Miles de castellanomanchegos salieron a la calle durante el mediodía del 24 para cumplir con la tradición: compartir un trozo de pan, nunca mejor dicho, con amigos, vecinos y con quien haga falta. Una tradición que perdura y se consolida. No hay bar, barrio, asociación o colectivo que se precie que o bien haga sus particulares migas o participen en alguna que se encuentren.
No hay nada mejor para compartir las últimas horas antes de la cena de Nochebuena.
Dos ejemplos son las que compartieron tanto en Toledo como en una de sus cercanas poblaciones: Cobisa. Pues ahí les dejamos alguna muestra de cómo se desarrollaron, captadas por la cámara de nuestra fotógrafa, Rebeca Arango.
¡Feliz Navidad a todos!
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