Desde luego, no hay nada más loable que ayudar a quienes más lo necesitan. Y es lo que ha hecho Manuel Esteban, jefe del Servicio de Urología del Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo, quien ha participado en la iniciativa de cooperación humanitaria en la región del Kurdistán iraquí, labor que ha sido coordinada por la Fundación para la Cooperación Médico-Quirúrgica Miguel Litton, tal y como ha anunciado la Consejería de Sanidad.
Jefe del servicio de Urología del Hospital Nacional de Parapléjicos, en Toledo
De hecho, ha participado en la evaluación, diagnóstico y tratamiento quirúrgico de 70 pacientes que presentaban problemas urológicos, la mayoría de ellos niños y niñas. Y con operaciones especialmente complejas, sobre todo en pacientes pediátricos, ya que la mayoría de ellos sufrían patologías graves, como vejigas neurógenas y malformaciones congénitas urológicas.
También han impartido talleres formativos para personal médico y de enfermería de la zona para abordar y solucionar patologías urológicas complejas, como el trasplante de riñón en pacientes con enfermedades de vejiga, los estudios urodinámicos, el seguimiento durante el crecimiento de los pacientes pediátricos con vejiga neurogénica o la cirugía en la enfermedad de Peryonie.
Una labor en la que han participado, además de Manuel Esteban, profesionales de reconocido prestigio como los doctores Miguel Litton, fundador y presidente de la Fundación que lleva su nombre; Pedro López, jefe del servicio de Urología infantil del hospital de La Paz (Madrid); José Luis Álvarez, jefe del servicio de Urología del hospital Puente del Mar; y Jaime Bachiller, jefe del servicio de Urología del hospital San Juan de Dios, en Sevilla.
Misión que se ha coordinado con la colaboración del Gobierno de la región del Kurdistán iraquí y el apoyo de la Fundación José Ramón de la Morena.
Son ya tres décadas las que llevan más de 300 urólogos de toda España realizando las llamadas «Brigadas Urológicas» o, lo que es lo mismo, nada más y nada menos que 1.800 operaciones. Además de ciclos de conferencias o jornadas urológicas con los especialistas de los países receptores. El inicio fue en 2006, con el objetivo de operar a personas sin recursos, con una experiencia piloto en Nicaragua. A partir de ahí han pasado por Costa Rica, Guatemala y Honduras.