El Algeciras fue muy superior al Socuéllamos. Porque no fue solo el gol, obra de Antonio en el minuto cinco. sino el resto de ocasiones que malbarató. El gol llegó después de que la zaga socuellamina dejara un boquete en el corazón del área que aprovechó Antonio Sánchez, quien tuvo tiempo de darse la vuelta para fusilar y de paso tomarse un cafelito (con hielo, que hacía mucha humedad en Algeciras).
De ahí al resto de la primera parte, juego algo duro de los andaluces, muchos espacios, juego a la contra del Algeciras (que ahí está como pez en el agua) y oportunidades que marraron los locales hasta que no llegó el 2-0.
Pero es que antes Pablo Ganet no llegó en una contra por un pelo para embocar a la red y el mismo Ganet, solo ante el meta socuellamino, mandó el balón rozando el poste.
Pero el justo 2-0 llegó antes del descanso, cuando Antoñito, tras recorrer todo el campo en una contra, se marchó de su par para hacer el segundo.
Muy mala parte de los visitantes, poco concentrados, mal en la presión, y demasiado ansiosos después del 1-0, cuando quedaba mucho tiempo para igualar.
Con 2-0 se llegaba al descanso.
Y la segunda parte el partido seguiría igual: una tortura para un Yugo Socuéllamos que fue una nulidad hasta casi el final del choque.
Iván, en el minuto 66, ponía el 3-0 al aprovechar un balón muerto en el corazón del área, en la enésima demostración de que al Socu le faltaba concentración y punch en el choque, al contrario que a los andaluces. Y la catástrofe se consumaría a falta de 10 minutos, cuando Karim remachaba al segundo palo de cabeza un primer cabezazo local: otra muesca de endeblez defensiva de los azulones.
Partido nefasto del «Socu» en el peor momento posible. Solo en los últimos minutos, cuando el Algeciras se echó atrás, Acevedo y Toboso tuvieron sus ocasiones.