La Fiscalía Provincial de Albacete va a pedir seis años y ocho meses de cárcel como condena a un hombre de nacionalidad brasileña acusado de traficar con cocaína en la capital tras haber sido interceptado en su vehículo con más de 140 gramos de droga cuando regresaba de la localidad valenciana de Paterna.
Le fue interceptada mercancía con una pureza de más del 80 por 100 que de haber llegado al mercado habría reportado al acusado más de 15.000 euros.
El acusado es P.A.O., en prisión provisional desde que fue detenido el 7 de marzo del año pasado, y el juicio contra él será el jueves 27 de junio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.
Hay un segundo acusado, L.C.C., que debe responder por un delito de tráfico de drogas de menor gravedad, con la petición de cárcel de un año y medio para él, según figura en el escrito de calificación provisional de los hechos que hace la Fiscalía.
La acusación explica en dicho escrito que se actuó sobre el brasileño P.A.O. «fruto de las sospechas policiales» de que pudiera dedicarse a la venta de sustancias estupefacientes.
Esta persona, que vivía cerca del Hospital General de Albacete, realizaba «frecuentes desplazamientos» con su coche «a puntos conocidos como de venta de sustancia estupefacientes, frecuentaba locales de alterne» y mantenía «una estrecha relación» con el otro acusado, L.C.C.
Con esos indicios la Policía Nacional actuó sobre P.A.O., y montó un dispositivo de vigilancia la mañana del 7 de marzo de 2018 7 de marzo de 2018 para seguir sus pasos; el procesado viajó ese día al Polígono Industrial Fuente del Jarro, en Paterna (Valencia), y a su regreso a Albacete fue detenido en el interior de la ciudad, en el Paseo de la Cuba, donde al cachearlo se le encontró un envoltorio con 141 gramos de cocaína «bajo la cintura del pantalón«.
La droga encontrada tenía una pureza del 82,7 por 100, y habría valido 15.715 euros en el mercado, de haberse vendido por gramos, explica el fiscal.
Además, en el registro domiciliario aparecieron también 401 gramos de cannabis y un teléfono móvil y una bicicleta robados, así como se encontró también cannabis.
Para P.A.O. el fiscal pide cinco años de cárcel por el delito contra la salud pública y 20 meses por el delito continuado de receptación, además, se propone que pague una multa de 30.000 euros, y en el caso de L.C.C. se le solicita una pena de cárcel de 18 meses por el delito contra la salud pública, y pago de una multa de 2.500 euros.