viernes, 25 de octubre de 2024
Inauguración del Año Judicial Eclesiástico 21/01/2013junio 13th, 2017

El arzobispo de Toledo y primado de España, Braulio Rodríguez, ha afirmado que las «uniones de hecho parecen engordar más el acta de defunción de la familia».

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Durante su intervención en la inauguración del Año Judicial Eclesiástico, Rodríguez se ha referido a la «muerte» de la institución familiar, tal y como indican las «estadísticas», y a la necesidad que tiene la Iglesia de utilizar todos sus instrumentos para detectar los problemas que conducen a la crisis de familia.

Porque, ha dicho, son «muy pocas las veces» que los analistas, sociólogos y expertos en la materia detectan el problema y dan soluciones satisfactorias.

«Las uniones de hecho, en algunos casos llamadas erróneamente matrimonio, parecen engordar más el acta de defunción de la familia», ha afirmado el prelado de la archidiócesis de Toledo.

Da la «impresión -ha añadido- de que no interesa ir a las causas del problema, de que no es importante educar a los jóvenes en los auténticos y genuinos valores y que la formación de la voluntad, el equilibrio de las pasiones y de un sano equilibrio afectivo y sexual deben omitirse siempre».

Y, al mismo tiempo que se «descalifica» la labor evangelizadora en la familia por parte de la Iglesia, a la que se tacha de «manipuladora» y de «imponer» una moral, surgen «grupos ideologizados» que pretenden a «toda costa» educar a los niños desde valores «más que dudosos, por no decir contrarios a la naturaleza humana y a la dignidad del hombre y eso pasa sin critica».

El prelado entiende que el noviazgo es una «oportunidad magnífica para ahondar y revitalizar la fe que recibieron», aunque reconoce que en muchos casos esa fe está «adormecida, en rescoldo e insuficientemente vigorosa para asumir los compromisos conyugales que se les avecina».

Por todo ello, Braulio Rodríguez apela a hacer uso de los mecanismos e instrumentos que tiene la diócesis para ayudar a los novios y a los consejeros matrimoniales que tiene la Iglesia para evitar el fracaso y las rupturas matrimoniales.

Entre estos instrumentos ha citado al catecumenado bautismal, a los monitores de los cursillos prematrimoniales, los centros de orientación familiar y la vicaría judicial.

Las instituciones diocesanas como los centros de orientación familiar y los tribunales eclesiásticos, en su faceta matrimonial, tienen, ha dicho, «la obligación moral de conocer y sanar en lo posible las causas que inciden en la salud conyugal y familiar».

«LA FUNCIÓN PÚBLICA DEBE HACERSE DE FORMA MUY DIFERENTE»

El arzobispo de Toledo considera «lógico» que la ciudadanía critique y se «desaliente» con la clase política por los casos de corrupción, pues, el ejercicio de la función pública es algo «muy serio» y debe hacerse «de forma muy diferente a como se ha venido haciendo».

En declaraciones a Efe, el prelado toledano ha dicho que la corrupción nos debe llevar a todos a «reflexionar» porque «las cosas deben tener un componente moral y ético» y no le extraña que la ciudadanía se desaliente y haga «juicios generalizados» sobre los políticos.

«Las cosas tienen que ser diferentes, han de tener un componente moral, ético y no se deben hacer por hacerlas», pero, también cree que hay que ser «perspicaces» para no generalizar.

Hay que evaluar cada caso, que la justicia actúe y,»en todo caso, hay que buscar el bien común y esto nos sirve a todos, con independencia del grupo o tendencia (política)».

Porque la convivencia humana debe tener unos parámetros y una «realidad moral que muchas veces la hemos tirado por la borda y ahora nos está pasando factura», ha dicho el arzobispo.

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