«Juan, Pablo, Álvaro, Sergio, Cuco… Son la base de lo que va a ser un partido renovado la próxima legislatura».
La frase se la pudieron leer hace hoy una semana a Jesús Fernández Vaquero en la entrevista que publicamos con él en encastillalamancha.es y se complementa con otras valoraciones que incluirían en esa lista a «Josechu», a quien sumó al grupo de imprescindibles para el futuro; a Jesús Martín, a quien definió como una de las personas más valiosas del PSOE en esta región; y a Miguel Gutiérrez, el secretario general de las Juventudes Socialistas de CLM y «una joya» en palabras del número dos de Emiliano García-Page.
¡VAYA NOMBRECITO MÁS CURSI!
Traigo sus nombres a este artículo hoy porque es el día en el que el PSOE abre las aportaciones al «Guión de contenidos para el debate» (¡vaya nombrecito más cursi!), el documento que será enviado a una ponencia política dentro de ocho meses, tras recoger las aportaciones de los 215.000 militantes que el partido tiene en España.
El guión de nombrecito cursi tendrá que demostrar si el PSOE sigue siendo un partido con vocación de gobierno y dispuesto a representar a la mayoría de los españoles o se pierde en la rutina de la oposición con una élite que ya ha demostrado todo lo que tenía que demostrar, pero que no parece dispuesta a abandonar el poder interno. Y mucho menos a hacerlo pronto.
Ese «Guión de contenidos para el debate» tendrá que responder a algunas preguntas para las que el PSOE hoy no aporta más que confusión, como es el modelo territorial de España, hasta dónde llega el Estado del Bienestar sostenible y cómo financiarlo, cómo reformar la administración pública española y cómo combatir la corrupción.
Además, para resultar creíbles, los socialistas tendrán que resolver la duda de por qué no aplicaron esas medidas cuando gobernaban y dónde estriba la clave para que nos creamos que sí que lo van a hacer si los españoles les vuelven a llevar a la Moncloa.
Catalanes aparte, internamente las dos corrientes dominantes en el PSOE son la que reclaman un giro a la izquierda y los que defienden que sus propuestas deben captar a los votantes de centro, los que dan la mayoría a uno y otro de los dos grandes partidos de España en cada elección o los que hacen que ésta sea más o menos abultada.
EL SOCIALISMO CASTELLANO-MANCHEGO PREFIERE EL CENTRO
Tan importante como las conclusiones de ese documento serán las caras que lo representen en el país y en cada territorio. Por eso traigo a colación la frase de Vaquero en la entrevista que les refería. En general, y aunque la otra corriente también existe, los socialistas castellano-manchegos se inclinan por el centrismo y el cuidado de las formas en busca de la moderación.
Todos los integrantes de ese grupo cuidan las formas y exhiben en ese sentido un talante moderado y cercano, aunque hay entre ellos matices ideológicos que, en líneas generales, el secretario general, Emiliano García-Page se encarga de combinar según los temas o los momentos. Les caracteriza también a la mayoría que ganaron las elecciones de 2011 mientras buena parte de sus compañeros las perdía.
Page es de todos el que exhibe una mayor moderación ideológica, una personalidad política que le llevó a ser el primer socialista que derrotaba al PP en Toledo en el mejor momento electoral para los «populares» y el peor para los socialistas. Es también el político más saludado en las iglesias toledanas.
Así que el socialismo castellano-manchego optará por esa vía, con una defensa a ultranza de los servicios públicos sanitarios y educativos, pero habrá que ver qué nuevas aportaciones hacen a la renovación de fondo de armario que hoy emprende el PSOE.
Juan, Pablo, Álvaro, Sergio, Cuco…
Se trata de Juan Ávila, alcalde de Cuenca. Cercano, educado y culto, el socialista es el líder natural de su provincia y, desde luego, de la capital, aunque nunca ha gozado de las simpatías del aparato, lo que teniendo en cuenta los resultados del aparato es un dato a favor del alcalde. Es viceportavoz regional del PSOE y uno de los mejor vistos por la derecha.
Pablo es Pablo Bellido, alcalde de Azuqueca de Henares, el que salvó la honra del PSOE en Guadalajara, la provincia donde perdieron la Junta. Procedente de los movimientos sociales, es el que pone el acento más a la izquierda, sin perder el sentido común ni la toma de tierra propia de los alcaldes. Más o menos forzado por los jefes se hizo con las riendas de un PSOE dividido y protagonista habitual de riñas hasta en la prensa y ha conseguido que los socialistas alcarreños dejen de ser noticia por sus broncas. Aunque tiene mucha tarea por delante en la provincia tradicionalmente más desafecta con el Partido Socialista.
Álvaro es Álvaro Gutiérrez, el sucesor de Page en la Secretaría General del PSOE en Toledo, alcalde de Escalona y portavoz del Grupo Socialista en la Diputación. Es el más parecido a Page en talente e ideología y vive con la espada de Damocles de las comparaciones con el jefe, por haberle sucedido en el partido. Cae bien en el centro y en la derecha y está bien visto en los ambientes empresariales.
Sergio es Sergio Gutiérrez, hermano de Álvaro, que con 30 años ha sido ya secretario geneneral de Juventudes Socialistas en España, es eurodiputado y miembro de la Ejecutiva Federal, donde trabaja como uno de los colaboradores más cercanos de Elena Valenciano. Aunque no goza de un perfil público relevante, es de las piezas más destacadas del nuevo PSOE que trata de formar Page.
Cuco es Fernando Muñoz, presidente del Grupo Socialista en la Diptuación de Toledo, secretario de Acción Electoral del PSOE CLM, concejal en Cobisa y el hombre en el que Vaquero descansa la mano derecha y la izquierda. Acostumbrado a trabajar siempre puertas adentro, ha tomado un gran protagonismo público en esta legislatura corriendo con el peso de la oposición al presidente de la institución y del PP en Toledo, Arturo García-Tizón.
Josechu es José Gutiérrez, portavoz del PSOE en Talavera, secretario local y candidato a la Alcaldía en las próximas en algunas quinielas, aunque no está nada claro. El PP celebró no encontrársele entre los socialistas que le hacen oposición en la Diputación, es de la total confianza del núcleo duro toledano que gobierna el partido en la región y en la provincia y probablemente sea en este segundo nivel donde vaya creciendo su protagonismo futuro.
A Jesús Martín, alcalde de Valdepeñas, todos le respetan por las muchas victorias electorales que lleva a las espaldas, entre otras la que le convirtió en el regidor más votado de España. Enemigo del aparato socialista ciudadrealeño, con chispa y sin pelos en la lengua, dentro y fuera del partido, es de los pocos de la generación que ha estado en el poder con José Bono y José María Barreda que continuará teniendo ascendiente.
Miguel Gutiérrez es el último descubrimiento de la cantera toledana. Al frente de JJSS y concejal en un pequeño municipio, La Torre de Esteban Hambrán, este profesor es el joven con más proyección en este momento, ése al que Vaquero se refería como «una joya». Los «mayores» hablan todos bien de él, así que habrá que apuntar el nombre.
Faltan nombres en la lista que irán abriéndose camino poco a poco. Y, sobre todo, faltan mujeres. Las que desempeñan ahora mismo un nivel más sobresaliente son Matilde Valentín, Cristina Maestre, Milagros Tolón y Blanca Fernández. Tienen presencia pública, pero carecen de poder partidario real, aunque ocupan cargos orgánicos. Y es que sigue siendo una asignatura pendiente del PSOE hacer hechos de los derechos que conceden las cuotas.
Habrá que estar atentos a estos nombres, que creo que irán ganando un papel relevante en la oposición regional en la última parte de la legislatura y ver cómo evoluciona la lista. Pero puede decirse que son los hombres de Page en su asalto a la Junta en 2015.