Castilla-La Mancha ha registrado más de 700 incendios en la presente campaña de extinción, lo que supone un incremento de un 80 por 100 en el número de fuegos y conatos respecto a la campaña anterior.
Así lo ha manifestado el consejero de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades, José Luis Escudero, que ha reconocido que el año pasado fue una campaña de incendios «muy buena», y que sin el incendio más grave de este verano, el de Barchín del Hoyo (Cuenca), se estaría en cifras de 2016 o 2017.
En declaraciones a los medios de comunicación en una visita al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Albaladejito, en Cuenca, Escudero ha manifestado que si el incendio de Barchín «no se hubiera dado, la campaña habría sido similar a las de 2017 o 2016, porque la del año pasado fue muy buena».
El fuego de Barchín del Hoyo, en la provincia de Cuenca, calcinó cerca de 2.000 hectáreas de monte entre el 30 de julio y el 6 de agosto.
A este respecto, Escudero ha agradecido el papel de los municipios implicados y en especial de los agricultores y vecinos que colaboraron para detener las llamas.
Asimismo, ha destacado también el papel que han jugado las 3.000 personas que integran el dispositivo de prevención y extinción de incendios en Castilla-La Mancha, que según ha señalado, se ha «reforzado» en la presente campaña.
El consejero ha reconocido que ha sido una campaña con una climatología adversa, elevadas temperaturas y rachas de viento muy fuertes, pero también ha recordado que el 40 por 100 de los incendios se producen por un descuido, por lo que podrían evitarse cumpliendo las medidas de precaución.
El consejero también ha recordado que este martes regresan a Castilla-La Mancha los dos aviones que han estado colaborando en la extinción del fuego de Gran Canaria, y ha subrayado que la región es «solidaria» también con otras comunidades en este problema.