El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha asegurado que a este sindicato también le ha afectado «la bonanza económica» en el sentido de contar con estructuras «muy amplias», que ahora «tenemos que adelgazar».
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Con este discurso autocrítico ha cerrado Fernández Toxo su intervención ante los delegados asistentes al II Congreso Estatal de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (FSC-CCOO) en Toledo, que ha clausurado y que inauguró la ministra de Fomento, Ana Pastor.
El líder sindicalista ha afirmado: «no creo que tengamos que tener una situación muy complaciente con nosotros mismos».
Y ha reconocido que, aunque este sindicato es «un cauce útil» para el mundo del trabajo y la sociedad española, tienen también algunos retos que cumplir, entre los que ha citado ser referencia de jóvenes y pensionistas, y «hay que corregir unas cuantas ineficiencias».
Y, en este punto, ha recalcado que, empezando por la dirección confederal, que le es lo más próximo, si finalmente decide presentarse a la reelección, decisión que tomará en las próximas semanas, ha dicho, reducirá a menos de la mitad el número de dirigentes de la organización, que actualmente es de 45.
«Esto no es sostenible en términos económicos en un momento en que menguan los recursos para el conjunto de las instituciones y de las empresas, y además no es eficaz para ser una herramienta útil a los trabajadores y trabajadoras de este país, hacia los que hay que reorientar todos los recursos», ha concluido Toxo.
AMENAZA DE INVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA
Toxo ha alertado de la «altísima amenaza de involución democrática» que existe hoy en España, donde es posible, ha dicho, que en circunstancias tan adversas como las actuales «surjan salvapatrias, uniformados o no, que pretendan el regreso al pasado».
Así de rotundo se pronunciado el secretario general de CCOO durante la clausura II Congreso Estatal de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (FSC-CCOO) en Toledo, al frente de la cual será reelegido Enrique Fossoul.
Tras afirmar que la Constitución española era «irreformable» y se ha reformado, ha apostado por una «posible y necesaria» reforma electoral, pues «las cosas no pueden seguir funcionando como funcionan» y «el sistema democrático no está consolidado para siempre».
En este contexto ha resaltado que, en una situación como la actual «donde se dan cita tantas circunstancias adversas», es «posible» que «surjan salvapatrias, uniformados o no, que pretendan el regreso al pasado».
Y ha apostillado que éste es el ambiente que percibe la sociedad, el de «un clima político, social y económico» que contiene «una altísima explosividad».
A juicio de Fernández Toxo, esta situación «tan agobiante» se traduce en que hoy sea tan difícil «colocar en la agenda pública» los debates que le interesan a la ciudadanía como el cambio de modelo social, el paro, el empleo o las pensiones.
Posteriormente, en declaraciones a los periodistas, Fernández Toxo ha insistido en que «la situación actual no se puede soportar más», y en alusión directa al caso Bárcenas, ha indicado que «la salud democrática de un país se resiente cuando se dan fenómenos como éste».
También ha dicho que a él le «alarmó» oír al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, decir que iba a iniciar una auditoría interna, «cuando todas las instituciones, empresas y sindicatos deberían estar ya sometidos a auditorías», como en el caso de CC.OO., ha dicho, que es objeto anualmente de una auditoría interna y otra externa.
Toxo ha concluido que «la falta de controles es lo que puede dar lugar a situaciones como ésta que, de ser ciertas, son gravísimas» y ha apostillado que, a su juicio, «el presidente del Gobierno está tardando mucho tiempo en dar explicaciones a la ciudadanía».