Todo empezó cuando la Policía Judicial de la Guardia Civil de Almansa descubrió que en diciembre de 2018 unos jóvenes de Alpera (Albacete) fueron metidos en un vehículo en contra de su voluntad para ser llevados a un corral de ganado a fin de exigirles el pago de una supuesta deuda.
Los jóvenes habían sido retenidos varias horas en el corral y fueron golpeados y amenazados con un arma corta. Detrás de los hechos investigados estaba un clan familiar residente en Alpera (Albacete). La Policía Judicial centró la investigación en este clan, que se dedicaba al tráfico de drogas, sobre todo de cocaína y marihuana, en Alpera y alrededores.
Este clan estaba muy organizado y era muy activo. De esta manera siete personas fueron detenidas, de entre 20 y 51 años, como presuntas autoras de los delitos de extorsión, detención ilegal, defraudación de fluido eléctrico, tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal. Algunos de los detenidos ya contaban con antecedentes policiales por delitos relacionados con el tráfico de drogas, siendo detenidos o investigados en otras operaciones policiales por estar vinculados a redes dedicadas al tráfico de drogas.
En una casa de Alpera la Guardia Civil halló una plantación indoor de marihuana compuesta por 113 plantas muy crecidas, con todo lo necesario para la producción, y con una acometida ilegal a la red eléctrica. Con esta actuación la Guarda Civil evitó que 3.200 dosis de marihuana se vendiera en el mercado ilícito, sobre todo entre los jóvenes. Junto al grupo organizado, desarticularon uno de los puntos de venta más activos en la distribución de cocaína y marihuana en Alpera y poblaciones limítrofes.
La operación, llamada «TYR» fue desarrollada en Alpera (Albacete), Aliante y Calviá (Mallorca).
Menudo material…
El grupo tenía un material enorme, que fue intervenido (después de que la Guardia Civil hiciera cuatro registros en Alpera), consistente en: 9.050 euros, en moneda de curso legal; 5,100 kilogramos de marihuana; 25 dosis de cocaína; numerosas piezas de oro (pulseras, anillos, gargantillas, etc.); 17 teléfonos móviles, 1 ordenador portátil, 4 videoconsolas y 2 cámaras de vídeo; un revólver del calibre 38 mm y seis proyectiles; 4 rifles y una pistola de aire comprimido, de diferentes calibres; 8 navajas, varios machetes de grandes dimensiones y 1 puño americano; útiles dedicados a la plantación “indoor”, como lámparas de alto voltaje, magnetos térmicos, hidrómetros, extractores, etc.; y abundante documentación relacionada con los hechos investigados.