«Lo relevante no es lo que yo crea», ha contestado José Luis Gil a la pregunta de si él, presonalmente, cree a Mariano Rajoy cuando dice que ni ha recibido ni ha repartido sobresueldos de dinero negro.
En este sentido, ha dicho que «creo que todos los políticos deben ejemplarizar con sus maneras de proceder y tienen que dar pruebas evidentes de que esto ha tocado a su fin. Y aquéllos que tienen una supuesta sospecha de corrupción, si es ése el caso de la ministra (Ana Mato), que no sé si lo es, debería haber dimitido. Como también si lo fuera el del presidente del Gobierno. Si se demuestra que es verdad todo lo que se está diciendo es muy complicado que alguien así fuera el que representa al país. Sería malo para el país que esto se demostrara como cierto».
Para Gil, en la polémica surgida a través de los llamados «papeles de Bárcenas» publicados por El País, «aunque la gente lo creyera -a Rajoy y la cúpula del PP-, esto requiere actuaciones y medidas concretas, que permitan recuperar la confianza de la gente en los que les representan».
En un encuentro en Toledo con los medios de comunicación para hacer balance del año, el secretario general de CC.OO. CLM también ha manifestado sobre este asunto que «es imprescindible mayor claridad, mayor compromiso y no actos de fe, que en esto no valen ni para los creyentes… Es tanto lo que se supone que ha ocurrido que hay que hacer algo extraordinario para que la gente recupere la confianza».
En su opinión «sería un grave error cerrar esto en falso» y, por lo tanto considera imprescindible y urgente «investigar», mas allá de las reformas legales que se puedan gestar a medio plazo. «La gente hoy no cree y la gente necestia creer», ha insistido, para apuntar que «si hay algún elemento disonante en las organizaciones políticas debe ser retirado».