El presidente de la Confederación de Empresarios de Cuenca, Abraham Sarrión, señaló que en este momento lo que necesita España es controlar el déficit, a la vez que se ejecutan medidas de estímulo. Fue una de los aspectos que señaló en el desayuno informativo para los trabajadores de los medios de comunicación y donde estuvo acompañado de sus vicepresidentes, José María Fresneda y Pedro Lozano, y el secretario general, Ángel Mayordomo, junto a los medios de comunicación.
Para el presidente de CEOE Cepyme Cuenca «ese control del déficit servirá para dar confianza, para que ese gobierno autonómico encuentre líneas de liquidez y pedir políticas de estímulos. Nosotros creemos que hay que compaginar eso, principalmente el control del déficit y luego políticas de estímulo hacia inversiones que sean productivas y puedan prepararnos para una salida mejor de esta crisis, para el sector industrial y empresarial para que se pueda generar empleo».
En cuanto al empleo, asumió que el sector privado ya ha realizado el ajuste del empleo, mientras que en el futuro el ajuste en la provincia se hará en el sector público y la banca».
Sarrión defendió la reforma laboral porque «no ha servido para que podamos despedir más barato, porque los años de mayor despido fueron 2009, 2010 y 2011, lo que ha servido es para dar mayor flexibilidad, para corregir el coste de la mano de obra, lo que nos ha permitido ser más competitivos sin destruir empleo».
LAS PREVISIONES
El presidente de CEOE Cepyme Cuenca apuntó que este año será complicado según señalan las previsiones de la Junta Directiva de CEOE a nivel nacional, aunque en los últimos meses «ha vuelto la confianza de los grandes inversores y el dinero a este país» debido a las medidas que se han tomado.
Sin embargo se tratará de «un año difícil en el que en el primer semestre se seguirá destruyendo empleo, pero siempre es verdad que los peores datos llegan antes de una recuperación».
En cuanto a las previsiones, el presidente apuntó que el país decrecerá aproximadamente un -1,4 por 100 del producto interior bruto y en 2014 se crecerá en torno a medio punto, que podrían ser mejores, pero «eso no significará que el país vaya a crear empleo, pues eso se consigue en torno a un dos por ciento».