El francés Remi Cavagna se ha llevado la décimo novena etapa de la vuelta con final en Toledo, en una etapa con polémica después de la decisión de la UCI de incorporar al pelotón a los afectados por la caída en Escalona, entre ellos el líder, Primoz Roglic.
El del Deceuninck Quik-Step triunfó en la meta de Toledo en un final agónico en el que hizo valer los segundos obtenidos en su ataque en la carretera de La Puebla de Montalbán. Pero la polémica vino antes, cuando la UCI decidió se incorporaran al pelotón los rezagados por la caída múltiple, entre ellos el líder Roglic.
Tras la caída el Movistar se ha puesto a tirar del grupo para intentar pelear por la vuelta y recortar los casi tres minutos en los que aventaja el esloveno al primero de los del equipo español, Alejandro Valverde, pero ha sido la UCI, y no la Dirección de Carrera, la que ha tomado la decisión reenganchar al grupo que se había quedado relegado, donde también estaba otro de los hombres que lucha por el podio, el colombiano «Supermán» López.
Polémica servida también por la actitud de Movistar, puesto que personas relevantes del mundo del ciclismo ha reprochado que los de Usebio Unzúe tirasen del grupo para tratar de sacar provecho del accidente.
Con esta nueva victoria del Quick-Step las cosas siguen igual en la general, con Roglic teniendo La Vuelta 2019 en el bolsillo y los dos Movistar, Valverde y Nairo Quintana, secundándole en el podio. El esloveno llegará al asalto definitivo con 2.50 de renta sobre Valverde y 3.31 respecto a Quintana. López, portador del maillot blanco, a 4.17, y el joven esloveno Tadej Pogacar a 4.49.
Marchaba la etapa por los cauces normales con los 11 aventureros bien avenidos para disputarse entre ellos la victoria en Toledo cuando a 66 de meta unos 20 corredores aterrizaron en el asfalto, entre el líder Roglic y Supermán López.
En ese momento Movistar, que se salvó del accidente, se puso a tirar en cabeza, «una estrategia preparada en aquella zona», según explicó en plena carrera el director del equipo, José Luis Arrieta.
La maniobra distanció en más de 1 minuto a López y Roglic, que se dejaban el alma por enlazar con los rivales de la general, en apuros muy serios. En un tramo abierto, de enormes rectas y viento de costado, el Movistar volaba con Marc Soler, José Joaquín Rojas y Nelson Oliveira haciendo de locomotora para Valverde, Quintana y Pogacar, incrustado y llevado en carroza.
Llegó la polémica. Los comisarios de carrera dieron la orden de esperar a los afectados y reagrupar el pelotón principal. Incluso, se quejaba Arrieta, los jueces de la UCI permitieron el «trascoche» a los ilustres afectados para remolcarlos hasta el grupo. Movistar levantó el pie y su director la voz. Indignación.
«Al parecer la UCI ha permitido hacer «trascoche». Nosotros hemos sufrido esas situaciones con Valverde en el Tour y no ha esperado nadie. Teníamos pensada esa estrategia en esa zona, por eso hemos tirado. Si la UCI decide quien gana las carreras….»
La decisión del Movistar molestó especialmente a «Supermán» López, que calificó de «tontos y estúpidos» a los corredores del conjunto español, los que siempre hacen «ese tipo de maniobras».
En el kilómetro 114 Roglic y Supermán ya lucían la roja y el maillot blanco en el grupo principal. Todo quedó en un susto, pero ya había comenzado un viejo debate. Esperar o no esperar, he ahí el dilema.
El premio merecido de Cavagna
La etapa se enrareció camino de Toledo. Tony Martin ya se había retirado de la Vuelta y el viento aportó tensión. El Bora provocó un corte camino de Torrijos que dejó en fuera de juego por unos instantes a Roglic, de nuevo en situación comprometida. Esta vez sin intervención de los jueces el esloveno regresó a la zona de la alta jerarquía.
Por delante la fuga tenía 1.30 minutos a 25 kilómetros de meta, momento en el que Remi Cavagna decidió de abandonar el papel de fugitivo habitual para conocer el podio de la Vuelta. Soltó un órdago desde lejos, abrió hueco y superó las cuestas empedradas de Toledo, la morada del «Águila», el gran Federico Martín Bahamontes.
Cavagna triunfó. Gran debut en la Vuelta para un rodador y contrarrelojista de no muchos laureles, los últimos en A Través de Flandes (2018) y una etapa este año en la Vuelta a California. En Toledo se pasó por podio y vio de cerca a Bahamontes, el ganador pionero del ciclismo español en el Tour de Francia, hace «solo» 60 años. Un premio extra para el galo.
El Cavagna se sintió «liberado» con un triunfo que había intentado en varias ocasiones y que logró en el último intento para aventureros, ya que la etapa de este sábado es de montaña y el domingo habrá esprint.
«Ayer sufrí mucho, pero hoy fue una liberación. Me encontré con buenas piernas y lo di todo para ganar. Tengo buena recuperación, así que incluso si no estoy súper fresco puedo estar a gran nivel, me siento cada vez más en forma. Como la etapa de mañana es demasiado difícil, era mi última oportunidad de terminar la temporada con una victoria», destacó.
Después de la etapa de los puertos madrileños, las sensaciones del ciclista galo van siendo cada vez mejores, señal de un gran poder de recuperación tras el esfuerzo.
Cavagna, de 24 años, explicó su estrategia dentro del grupo de 11 escapados que protagonizaron la etapa y el desenlace de la misma.
«Hoy el líder era Philippe Gilbert, así que no tiré porque estaba detrás, simplemente me quedé a rueda y luego ataqué en el momento oportuno. En esta Vuelta quería ganar una etapa, era mi objetivo, hice dos veces tercero, así que sabía que estaba cerca», señaló.
Este sábado se disputa la vigésima etapa entre Arenas de San Pedro y la Plataforma de Gredos, con un recorrido de 190,4 kilómetros….6 puertos…Pedro Bernardo (1a), Serranillos (2a), Alto de Navatalgordo (2a), Puerto de Chía (3a), Puerto de Peña Negra (1a) y ascenso a meta después de 9,8 kms al 3,8 por ciento.