El acto de recuerdo y homenaje a los abogados de Atocha que se ha desarrollado hoy en Toledo ha servido para criticar a la Junta de Comunidades por desconvocar hace ya dos años el premio que distinguía a personas, colectivos o instituciones destacados en defensa de las libertades y los derechos humanos.
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El homenaje desarrollado hoy en Toledo, organizado por CCOO de Castilla-La Mancha, ha sido valorado por José Luis Rodríguez Leal, hermano del administrativo Ángel Elías, asesinado junto a cuatro abogados el 23 de enero de 1977, en el despacho laboralista de CCOO en la calle Atocha de Madrid, como un recuerdo a los valores democráticos y humanos.
«Las vacunas son una forma de prevenir la gripe», ha puesto como símil, «y la memoria como la que representan los abogados de Atocha es un vacuna contra la corrupción, contra la desesperanza».
El presidente de la Fundación Instituto de Estudios Sociales de CCOO CLM, Antonio Arrogante, ha resaltado que la matanza de Atocha «supuso un antes y un después en la pelea democrática y por las libertades de este país» y, por ello, ha creído «absolutamente necesaria» su reivindicación «y más en los tiempos que corren».
Ha valorado que el Consejo General de la Abogacía incorpore un premio dentro de sus actividades y ha lamentado que la Junta haya desconvocado hace dos años el premio en Castilla-La Mancha, que el Gobierno regional socialista instituyó en el 2002 coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario de la matanza.
En la misma línea de crítica se han mostrado Francisco Naranjo, vicepresidente de la Fundación Abogados de Atocha, y los secretarios generales de CCOO de Castilla-La Mancha, José Luis Gil, y de Madrid, Jaime Cedrún, a quienes han acompañado el decano del Colegio de Abogados de Toledo, José Sánchez Recuero.
Naranjo ha dicho que «es un honor asistir a este acto después de que Cospedal se haya cargado el premio Abogados de Atocha» porque ha creído necesario conservar la memoria de aquellos «héroes de la libertad que fueron los que dieron el empujón definitivo para que hoy se viva en libertad y democracia en nuestro país».
Ha añadido que «son 36 años» en los que CCOO no ha faltado a la cita de reivindicarlos «y desde que existe la Fundación, hace diez años, hemos hecho posible que se les recuerde en toda España».
José Luis Gil ha recordado que el objetivo del acto es «preservar la memoria» y recuperar los valores que «guiaban» su pelea por la democracia, la libertad «y porque los partidos políticos tuvieran un protagonismo que hoy esta en cuestión por actitudes reprochables».
«Es conveniente reivindicar la política con mayúsculas y criticar de manera directa a aquellas fuerzas políticas que la arrastran por un lodazal, desprestigiando el hecho político» que, ha enjuiciado, es esencial para sostener la democracia.
Ha entendido que la «deriva» que está tomando España es muy preocupante «porque pone en cuestión los cimientos básicos de la democracia» y que, por ello, «hoy más que nunca hay que reivindicar su memoria y los valores que ellos defendían».
En la misma línea, Jaime Cedrún ha defendido el homenaje, que coincide con los 40 años del proceso 1001 que condenó a diez dirigentes de CCOO, entre ellos a Marcelino Camacho, y a los que se les ha dado este año el premio de la Fundación Abogados de Atocha.
El recién elegido secretario general de CCOO de Madrid ha creído muy válido el «honrar la memoria» de los abogados asesinados porque «desde el dolor» también supone reivindicar «el presente».
«Los abogados de Atocha han sido siempre imagen del consenso español y lo que ha ocurrido con su memoria en Castilla-La Mancha no tiene nombre», ha denunciado Cedrún, porque choca con lo que «ocurre ahora desde el punto de vista de ética política y corrupción».
Ha concluido que hay que «contar a los españoles que hay otra forma de hacer las cosas, que este país no ha tenido una clase política con actuaciones tan reprochables como las de ahora».