Más de cuatro meses perdiendo volumen de embalse semana tras semana. Así han estado los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, en una tendencia que todavía sigue. En ese periodo se han esfumado 223,34 hectómetros, casi la mitad del agua que retienen en la actualidad, que son 456,91 hectómetros, el 18,14 por 100 de su capacidad total de 2.518 hectómetros. Aunque las reservas efectivas son menores, puesto que todavía quedan varios hectómetros cuya derivación al Segura ya está aprobada, como los 16,1 hectómetros aprobados para el mes de septiembre.

Casi 100 hectómetros derivados al Segura

Y es que desde el 13 de mayo se vienen registrando descensos cada semana. Un periodo en el que se han aprobado cinco trasvases del Tajo al Segura, que suman en su totalidad casi 100 hectómetros cúbicos, dado que los de mayo, junio, julio y agosto fueron de 20 hectómetros, más los 16,1 aprobados en septiembre.

Estos cinco trasvase se unen a los 13 que se aprobaron en meses anteriores y de manera consecutiva desde que en abril de 2018 de superase el umbral mínimo no trasvasable, después de haber estado casi un año con los embalses por debajo de los 400 hectómetros cúbicos, una cantidad que supone el 15,88 por 100 de la capacidad total.

Con 18 meses trasvasando de forma consecutiva y con muchas de esas transferencias de 38 hectómetros cúbicos, los embalses de la cabecera se han quedado con la pésima imagen que presentaban a finales de 2017 e inicios de 2018.

Ahora Entrepeñas y Buendía se acercan de nuevo a la línea que impide los trasvase, que parece la única fórmula para que no se aprueben nuevas derivaciones, ya que este mes de septiembre ha demostrado que de poco sirve que en la cuenca del Segura los embalses tengan un 22 por 100 más de agua embalsada que el año pasado, o que la tubería del postrasvase se rompiese y se desbordase por varios puntos en Murcia y Alicante.