Pocas veces una foto de un partido de pádel ha resultado más curiosa, un partido que se jugó en Trillo (Guadalajara).
En ella aparecen cinco guardias civiles, todas mujeres, posando con tres monjas, raquetas de pádel en ristre. Las monjas no solo posaron, sino que jugaron. Como única crónica de este partido tan singular, esta que reza: «El partido ha transcurrido en paz y gracia de Dios».
Esta es la historia del encuentro: a los responsables del Puesto de la Guardia Civil de Trillo se les ocurrió que una forma de celebrar la festividad de la patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, era que miembros, todas mujeres, de los Puestos de la Guardia Civil de Torremocha del Campo, Trillo, Cifuentes y Zaorejas, jugasen contra tres hermanas (alternándose) de la comunidad religiosa de la Sagrada Familia (la de la antigua leprosería de la localidad).
Los citados cuatro Puestos de la Guardia Civil corresponden al área operativa de Cifuentes.
Fuentes de la Guardia Civil de Guadalajara comentaban que la foto ha tenido un gran recorrido en las redes sociales. El resultado fue lo de menos. Lo de más fue que el duelo «transcurrió en paz y gracia de Dios».