Cerca de un centenar de personas, según los organizadores, han secundado hoy en Cuenca la marcha para pedir que la desaparición de la joven colombiana Anyulis Esther Albis, de 19 años, no caiga en el olvido.
La marcha ha partido a mediodía del domicilio de Anyulis, en el número 33 de la Avenida de Castilla-La Mancha, con pancartas en las que se podían leer lemas como «Que no quede en el olvido; Anyulis siempre presente» y ha finalizado en la iglesia de San Esteban, donde se ha leído un manifiesto.
Una de las hermanas de Anyulis, Angie, ha señalado en declaraciones a Efe que están más satisfechos con la respuesta que ha obtenido esta marcha entre la ciudadanía, frente a otra organizada con el mismo propósito hace dos semanas.
«Hoy hemos pillado la hora en la que la gente sale de misa, había gente mayor y padres que se han quedado para solidarizarse», ha dicho Angie, de 23 años, que ha añadido que la marcha ha estado también respaldada por colectivos de colombianos y ecuatorianos en Cuenca, así como por la asociación de sordos, discapacidad que sufre Anyulis.
Angie ha lamentado que más de un mes después de la desaparición de su hermana, todavía no tienen ningún indicio de lo que ha podido sucederle a la joven y ha pedido a cualquiera que pueda aportar una pista que lo comunique a la Policía o al 692 571 601.
«Como no se oye, es muy escandalosa cuando habla, ríe muy alto y si la oye algún vecino podría pensar que está discutiendo», ha dicho Angie sobre su hermana, con la esperanza de que alguien pueda aportar nuevas pistas.
Por su parte la madre de Anyulis, Mari Luz Julio, está convencida de que tras el tiempo transcurrido, si la joven estuviera en algún lugar por voluntad propia, se habría sabido algo de ella.
Julio ha agradecido el papel de las autoridades como el subdelegado del gobierno en Cuenca, Ángel Mariscal, o el alcalde de la ciudad, Juan Ávila, quien le «tranquilizó mucho» en una reunión y también de los medios de comunicación a la hora de difundir la desaparición.
La madre de Anyulis ha lamentado también que hasta el momento y la única pista facilitada les condujera, hace unos días, hasta una joven de rasgos similares en la localidad madrileña de Coslada, «pero que tenía el pelo rubio».
La desaparición de Anyulis se remonta al pasado 6 de enero, cuando salió de su casa para ir a un locutorio cercano.
A causa de la discapacidad auditiva que sufre la joven, la búsqueda fue declarada de «alto riesgo» pocos días después, lo que implica la alerta en los puestos fronterizos, ante la Interpol y la petición de colaboración ciudadana.
Su madre describe a Anyulis como una chica joven de 19 años, en torno a 1,60 metros de estatura, de complexión delgada y aspecto juvenil, con el pelo rizado y abundante.