Bankia acelera el ajuste de su red y a partir de marzo cerrará más de 1.000 oficinas en solo un año para contar al final del proceso con alrededor de unas 2.000 sucursales, con una mayor concentración en los territorios de origen del grupo, ha informado la entidad.
Esto supone adelantar considerablemente el ajuste, puesto que la entidad tenía un plazo de hasta tres años para reducir su red, según el plan de reestructuración que le aprobó Bruselas.
Una vez acabado el proceso, el grupo en manos del Estado seguirá siendo una franquicia de ámbito nacional, aunque más concentrada en los territorios de origen del grupo y sus ámbitos de influencia.
En un comunicado, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, afirma que esta reordenación es «necesaria para mejorar la eficiencia y la rentabilidad» del grupo.
Además, el banquero garantiza la viabilidad del proyecto y la posibilidad de retornar el apoyo público recibido.
«Con una red de 2.000 oficinas, Bankia seguirá teniendo presencia en todo el territorio nacional y preservará el empleo de 14.500 personas», ha añadido.
Bankia reducirá también sus servicios centrales en paralelo al ajuste en las sucursales, a las que se les informará al menos con un mes de antelación de su fecha de cierre.
El banco fruto de la alianza entre Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caixa Laietana, y las cajas de Ávila, Segovia y La Rioja informará también «con varias semanas» de antelación a los clientes que deban cambiar de oficina.
En esa comunicación, el banco les dirá cuál es la nueva sucursal en la que podrán seguir recibiendo sus servicios bancarios.